BAGDAD (AP).- Un suicida hizo explotar un coche bomba dentro de un cuartel policial el jueves en Tikrit, el pueblo natal de Saddam Hussein, y los 15 muertos en el atentado elevaron la cifra total del día a 30.

Los atentados suicidas y ataques se produjeron mientras los políticos negociaban las alianzas necesarias para ganar suficiente respaldo en el parlamento de 275 bancas para el puesto de primer ministro.

El mando estadounidense dijo que dos soldados murieron y dos resultaron heridos en los atentados del jueves.

Políticos de todas las tendencias apelaron a los representantes de la minoría sunita, en busca de su apoyo para aislar a la insurgencia. Se cree que muchos insurgentes son leales al proscrito partido Baath de Saddam, dominado por los sunitas.

La Asociación de Estudiosos Musulmanes, una poderosa organización sunita que se cree tiene vínculos con los insurgentes, se negó a participar en el gobierno y en la redacción de la nueva constitución iraquí. En cambió, el Partido Islámico Iraquí, también sunita, aceptó participar en el proceso constitucional.

En el baluarte sunita de Tikrit, 130 kilómetros al norte de Bagdad, un hombre vestido con uniforme de teniente de la policía atravesó sin ser detenido los portales del cuartel e hizo explotar su auto a una hora en que decenas de policías arribaban para relevar a sus colegas que habían trabajado toda la noche, dijo el coronel Saad Daham.

La tremenda explosión incendió una veintena de autos y envió nubes de humo al cielo. Un fotógrafo de la AP vio una decena de cadáveres calcinados sobre el suelo salpicado de sangre y trozos de carne humana.

Otra bomba detonada por un suicida mató a cinco personas en Iskandaria, 50 kilómetros al sur de la capital.

En Bagdad, pistoleros mataron a tiros a dos personas, y en la frontera con Siria, dos bombas mataron a cuatro soldados de la Guardia Nacional iraquí.