Atentados dejan unos 74 muertos en Irak

Atentados dejan unos 74 muertos en Irak

Bagdad (EFE).- Los primeros atentados tras la ejecución de Sadam Husein han dejado 74 muertos en las ciudades de Bagdad y Kufa, mientras prosigue la polémica sobre la entrega del cuerpo del ex presidente  a sus familiares.

El atentado más grave ocurrió poco después del mediodía en el barrio de Hurriya, una zona en el noroeste de Bagdad. En esta parte de la ciudad las explosiones de tres vehículos, dos de ellos en una calle comercial, y uno tercero cerca de una escuela de primaria dejó 39 muertos y 25 heridos.

Este barrio, actualmente habitado mayoritariamente por chiíes, albergaba antes de la invasión de Irak en marzo de 2003 tanto a iraquíes chiíes como suníes.

Estos últimos huyeron como consecuencia de la violencia sectaria que estalló el pasado 22 de febrero, tras un atentado contra una mezquita chií en la ciudad de Samarra.

El cuarto coche explotó enfrente de una zona de aparcamientos en el barrio de AL Asadiya, y causó heridas a dos agentes de policía.

Otro ciudadano murió y siete resultaron heridos por una quinta explosión en el también barrio bagdadí de Al Iskan.

Ese acto de violencia no fue el único que sacudió Irak después de la ejecución del dictador iraquí, que fue ahorcado sobre las 06.00 hora local (03.00 GMT).

Fuentes del ministerio de Interior iraquí informaron a Efe de que el estallido, que se produjo en un mercado de frutas y verduras de la ciudad de Kufa, a 180 kilómetros al sur de Bagdad, causó 35 muertos y 45 heridos.

Tras el ahorcamiento del suní Sadam, miles de iraquíes salieron a las calles, unos para celebrar la noticia, sobre todo en las provincias chiíes del sur de Irak, y otros para condenarla, como los chiíes del norte del país.

Por otra parte, Raghad Sadam, la hija mayor del ex presidente de Irak Sadam Husein, pidió que su padre sea enterrado en la capital yemení, Saná.

Sin embargo, su sobrina, Racha Al Yasin, afincada en Arabia Saudí, solicitó en el canal árabe Al Yazira a las organizaciones internacionales y a las Naciones Unidas que presionen a las autoridades iraquíes para que el cuerpo de Sadam Husein sea entregado a su clan de la ciudad iraquí de Tikrit.

Racha, explicó que la tribu de Al Bijath, quiere enterrar a Sadam Husein en una tumba particular.

Hamad Humud, gobernador de la provincia de Salah al Din, cuna de Sadam Husein, afirmó que mantiene contactos con el gobierno central para que el cadáver de Sadam sea sepultado en el pueblo de Al Uya, donde nació el ex dictador.

Humud explicó a Efe que, de momento, él y uno de los jefes del clan de Sadam Husein han recibido una invitación para asistir al entierro del ex dictador «hoy en un lugar -que no especificó- de Bagdad».

Sin embargo, el gobernador de Salah al Din aseguró que había rechazado la invitación y declaró que había pedido el traslado del cadáver de Sadam a Tikrit, capital de Salah al Din, a unos 175 kilómetros al norte de Bagdad.

Humud agregó que el clan de Sadam exige recibir su cadáver para poder enterrarlo en el cementerio donde descansan sus dos hijos Odeiy y Qusai, muertos en 2004 en enfrentamientos con las tropas estadounidenses en Mosul, a 400 kilómetros al norte de Bagdad.

No obstante, los medios de prensa y responsables iraquíes vienen asegurando desde la ratificación de la pena de muerte contra Sadam Husein, que será sepultado en un lugar secreto en Irak.

Matan cinco soldados EU

Bagdad (EFE).- El ejército estadounidense anunció ayer la muerte de cinco de sus soldados en las últimas 72 horas en varios ataques de la insurgencia en Irak.

Según un comunicado del mando militar de EEUU, un soldado murió el viernes y tres resultaron heridos por la explosión de una bomba al paso de su convoy por el suroeste de Bagdad.

Otro uniformado norteamericano pereció también el viernes y dos resultaron heridos por la explosión de un artefacto explosivo al paso de una patrulla conjunta estadounidense iraquí por el noroeste de Bagdad.

Esta mañana el ejército de EEUU había informado de la muerte de otros tres soldados, dos hoy y uno ayer, como consecuencia de las heridas sufridas mientras participaban en una «operación de combate» en la provincia de Al Anbar, en el oeste de Irak.

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