KERBALA (AFP).- Al menos 80 personas murieron el sábado por la violencia en Irak, 58 de ellas en un atentado suicida con coche bomba en la ciudad santa chiita de Kerbala, al sur de Bagdad, el día en que se conmemoraba el nacimiento de Saddam Hussein.

“Al menos 58 personas murieron y 170 fueron heridas, entre ellas muchas mujeres y niños”, dijo a la AFP Salim Kazim, portavoz del ministerio de Nanidad en Kerbala, revisando al alza un balance anterior.

Tras el atentado, que tuvo lugar a 200 metros del mausoleo del imán Abbas, se decretó el toque de queda hasta la mañana del domingo en la ciudad, que también acoge el mausoleo del imán Hussein, una de las figuras más importantes del islam chiita.

En la misma ciudad, distante 110 km de Bagdad, otro atentado suicida provocó la muerte de 42 personas el pasado 14 de abril.

Más ataques en el país dejaron al menos otros 22 muertos, 14 de ellos en Bagdad, en varios tiroteos, atentados con bomba y disparos de mortero. Entre esas vícitmas en la capital están cuatro empleados de la Media Luna Roja, que recibieron disparos cuando circulaban en minubús por el barrio de Bayia (suroeste). Siete personas más murieron en Kirkuk, Samarra y Mosul (todas al norte de la capital). Cerca de Kerbala se halló también muerto a un niño de cinco años, que fue alcanzado por el disparo de un mortero. Además, el ejército estadounidense anunció la muerte de cuatro soldados en dos ataques con bomba este sábado en Bagdad, y la de otros cinco el viernes “en una operación de combate en la provincia de Al Anbar”, en el oeste de Irak, donde se encuentran Ramadi y Faluya, focos de la insurrección sunita.

Con un balance de 91 militares fallecidos, el mes de abril es uno de los más sangrientos para las tropas norteamericanas tras la invasión del país en marzo del 2003, fecha desde la cual registraron 3.344 bajas, según un recuento de la AFP a partir de los datos del Pentágono. En tanto, los sunitas recordaron tímidamente el aniversario del nacimiento del ex presidente Saddam Husein.

Unas 200 personas, en su mayoría escolares de 7 a 12 años, se reunieron en torno a la tumba de Saddam en Auja, su pueblo natal cerca de Tikrit, 180 km al norte de Bagdad, indicó a la AFP Ali al Nida, jefe de la tribu Baijat, a la que pertenecía el ex dictador.

Varios cientos de habitantes de Tikrit, antiguo bastión de Saddam, esperaron a la noche para desfilar por el centro de la ciudad con banderolas que proclamaban a Saddam Hussein “mártir de la Nación”.

En Baiji, 200 km al norte de Bagdad, otra manifestación prevista también en recuerdo de Saddam fue impedida por las fuerzas estadounidenses.

Ya en territorio chiita, en Kerbala, antes del grave atentado, una ceremonia rindió homenaje a las 61 víctimas de la represión por Saddam Hussein de la insurrección chiita de 1991, luego de la primera guerra del Golfo.

Los restos de las víctimas, examinadas por el ejército estadounidense e identificadas, fueron exhumados de una fosa común en una base militar cercana, para ser enterrados con honores de “mártires”, en presencia de unas 40  personas, personalidades y representantes de las autoridades.

Saddam Hussein fue condenado por crímenes contra la humanidad y ahorcado el 30 de diciembre de 2006 a la edad de 69 años.