Atentados ensombrecen fiestas de Año Nuevo

Atentados ensombrecen fiestas de Año Nuevo

NUEVA YORK (AP).- Atentados mortales en Bagdad e Indonesia y el temor al terrorismo en Estados Unidos, Israel, Gran Bretaña y el resto del mundo ensombrecieron las fiestas de Año Nuevo.

Desde Asia, pasando por Europa y Norteamérica, el mundo recibió al 2004 con fuegos artificiales, fiestas masivas y oraciones por la paz.

En Nueva York, casi un millón de personas llenaron la Plaza Times para recibir el año con el tradicional descenso de la espera de Año Nuevo, en un evento alegre vigilado por francotiradores en los techos y helicópteros patrullando desde el aire.

En el centro de Bagdad, un automóvil bomba estalló cerca de un restaurante donde se celebraba el Año Nuevo, dejando cinco muertos y 35 heridos.

En la provincia indonesia de Aceh, una bomba estalló durante un concierto en un mercado la noche del miércoles, dejando nueve muertos y 46 heridos. Aceh ha sido durante 27 años centro de la violencia entre guerrilleros separatistas y el ejército indonesio.

Las festividades también se tornaron cruentas en la ciudad filipina de Lucena, donde los fuegos artificiales causaron el incendio de un mercado y dejaron un saldo de 18 muertos.

En Australia y Nueva Zelandia, las celebraciones en las calles fueron alegres, pero también bajo un fuerte aparato de seguridad.

En Roma, el Papa Juan Pablo II dio gracias por el 2003 y pidió paz durante el 2004 durante el servicio Urbi et Orbi en la Basílica de San Pedro.

Por su parte, en Japón, el primer ministro Junichiro Koizumi visitó una capilla en recuerdo a los japoneses muertos en guerras, lo cual irritó a China, que fue ocupada brutalmente por los japoneses el siglo pasado.

En Taiwán, las multitudes se concentraron el jueves ante la oficina presidencial para la ceremonia de izamiento de la bandera, mientras que Corea del Norte emitió un mensaje de Año Nuevo donde se compromete nuevamente a buscar una solución pacífica a la crisis generada por su programa de armas nucleares.

En Israel, la amenaza de terrorismo incrementó el de por sí fuerte aparato de seguridad para estas fechas, con patrullajes nocturnos en Tel Aviv, mientras que en el centro de París las cosas estaban más tranquilas, con unas 450.000 personas concentradas en los Campos Elíseos para recibir el 2004.

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