Atinada decisión

Atinada decisión

El Presidente Leonel Fernández ha mostrado nuevamente su vocación por la transparencia y el decoro en el manejo de los asuntos de Estado.

Al objetar y devolver varios proyectos de leyes enviados de manera sospechosa al Congreso y cuya aprobación ha sido fuertemente cuestionada por amplios sectores nacionales, el Presidente transmite una clara señal en el sentido de que no tolerará actos que puedan atentar contra los intereses generales del Estado.

Los proyectos objetados son el de la isla artificial, el préstamo para equipar la Policía Nacional, el que crea la provincia Ramón Matías Mella y varios municipios y el que modifica el Código Procesal Penal.

Se trata de proyectos que al ser sometidos de la manera que se hizo, inclusive incurriendo, en por lo menos uno de los casos, en uso no autorizado del nombre del Presidente, dejan una estela de sospecha en el sentido de que fueron promovidos por intereses particulares de dudosos escrúpulos.

Los intereses que movieron esos proyectos eran o son tan oscuros que esperaron los días finales de la última legislatura del ejercicio legislativo para someterlos a las cámaras legislativas y lograr de alguna manera su aprobación.

La aprobación de estos proyectos por parte del Congreso no sólo atenta contra los intereses generales de la nación, sino que representa una mácula en la buena imagen que el Presidente quiere imprimirle a su Gobierno.

Creemos que con esa objeción, el Presidente reafirma una vocación de transparencia muy necesaria para el país, en tiempos en que cada vez son más abundantes los reclamos por el adecentamiento del ejercicio de las funciones públicas.

Decisiones como esa y la expectativa de que la nueva correlación de fuerzas en el Congreso será un cedazo efectivo para que no se cuelen proyectos objetables o dudosos, representan un signo alentador para nuestra sociedad.

Historia Patria

Si es cierto que los pueblos que no conocen su historia se ven obligados a repetirla, el nuestro corre ese riesgo.

La ignorancia de los acontecimientos históricos que han moldeado nuestra existencia como República se ha generalizado de tal manera que avergüenza.

Son abundantes y frecuentes las muestras de ignorancia dadas por estudiantes que asisten a programas de televisión en los que se les suele hacer preguntas sobre historia.

Por eso tiene alto valor el llamado hecho por el presidente del Instituto Duartiano, José Joaquín Pérez Saviñón, para que la historia vuelva a enseñarse en las aulas con la misma profundidad que se hacía antes y que se hace con otras materias. Tenemos que conocer nuestra historia.

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