Los atracos y asaltos a mano armada se han convertido en el pan nuestro de cada día en la comunidad de Hato Nuevo, en Santo Domingo Oeste, lo que mantiene prácticamente encerrados a sus moradores. En el centro de la localidad, con una población superior a los 50 mil habitantes, y en sus barrios periféricos, el grito es el mismo, ya que los delincuentes no tienen horas para cometer sus fechorías.

En sectores como Roalba II, entrada al proyecto Juan Pablo Apóstol, Primaveral y el centro, entre otros, las denuncias son iguales: abundan los asaltos a personas, establecimientos comerciales y bancas, lo que atribuyen a la poca vigilancia de la Policía.

Testimonio. Andrés González, encargado del colmado Juan Carlos, expone que hace diez días fue asaltado dentro del establecimiento, al mediodía, por dos individuos armados de pistolas que se desmontaron de una yipeta negra, que dejaron a varios metros de distancia, donde aguardaban otros delincuentes. Marino Frías, quien también habita en el lugar, señala que la inseguridad en la zona es de tal magnitud que han despojado a varias mujeres de sus vehículos cuando salen o vienen de sus trabajos u otras diligencias.