Atrás el mito de “comer por dos”

Atrás el mito de “comer por dos”

Las mujeres embarazadas se malnutren”, opina la nutrióloga Annie Veloz. La creencia popular de que en el embarazo la mujer “come por dos” tiene gran parte de la culpa. “Realmente no es lo mucho que coma, es saber elegir los alimentos”, afirma la especialista.
La clave está en ingerir equilibradamente una porción de todos los grupos alimenticios.

Los riesgos del sobrepeso. La creencia de que deben comer doble ha llevado a muchas mujeres a caer en el sobrepeso.

En un estado normal de salud una mujer embarazada solo debe adicionar 300 calorías a su dieta hacia el segundo trimestre. “Y 300 calorías tú las vas a tener en una rebanada de pan, en un vasito de jugo…, o sea, que no es mucho”, aclara Veloz.

“La teoría de ‘comer por dos’ es un error, y eso hace que las embarazadas lleguen al sobrepeso y la obesidad y eso deriva en muchos problemas de salud”, advierte.
Problemas cardiovasculares, hipertensión, preeclampsia y diabetes gestacional son algunos de los más comunes. Además de la artritis y la artrosis en las coyunturas y las articulaciones como consecuencia del sobrepeso, que llegan a producir dolor a la embarazada.

Para que tenga una idea más concreta del problema, lo correcto es que la mujer haya aumentado entre 25 a 30 libras al final de todo el embarazo; sin embargo algunas aumentan entre 80 y 100 libras. En caso de que entre con sobrepeso u obesidad al embarazo, lo ideal es que aumente mucho menos: entre 15 a 20 libras en el primer caso; y entre 10 a 15 en el segundo, pero si llega en bajo peso, puede aumentar un poco más.

Una alimentación balanceada. Tanto el sobrepeso y la obesidad como el llegar a esta etapa con deficiencias nutricionales pueden tener consecuencias negativas para el bebé, como por ejemplo un parto prematuro. En el futuro estos niños pueden presentar problemas respiratorios o digestivos “ya que algunas especificidades de sus órganos aún no están completas”, sostiene la nutrióloga.

Ella recomienda llevar una dieta rica en hierro, y proteínas (carnes, espinacas, cereales y lácteos enriquecidos, huevos, pescado) e ingerir diariamente entre tres y cinco pociones de frutas y vegetales de colores intensos. En el período de gestación, los nutriólogos hacen énfasis en tres nutrientes esenciales: hierro, ácido fólico y calcio. Además de las vitaminas A, las del complejo B (que ayudan en la formación de tejido) y la vitamina C. Sin embargo advierte que todo suplemento nutricional debe ser prescrito por su médico de cabecera.

Entre los alimentos que la mujer encinta debe tomar con precaución se encuentra el pescado, ya que todos tienen en mayor o menor medida niveles de mercurio que podrían afectar al bebé. La recomendación es elegir aquellos que tienen menos, (como el atún enlatado) y consumir un máximo de doce onzas a la semana.

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