¡Atrévete a vivir una estadía “Sano y salvo”!

¡Atrévete a vivir una estadía “Sano y salvo”!

Hard Rock Punta Cana abrió sus puertas y a la par comenzaron a llegar los fanáticos de la muy consolidada marca.

¿Los primeros? los más eufóricos: el mercado estadounidense, seguido por el local, quienes atraídos por una muy buena oferta, cansados del encierro y un poquito más relajados ante la realidad de la covid-19 buscan vivir la experiencia del regreso a un resort en medio de la pandemia.

Hard Rock Punta Cana se preparó para dar la bienvenida e invirtió en el diseño de un ambicioso protocolo sanitario “cifras millonarias y en dólares”, puntualizaron dos de sus ejecutivos, pero rehusaron especificar monto.

El fin de semana pasado el hotel estaba ocupado en un 50%, y esa es la constante, de lunes a viernes la ocupación llega a un 30 por ciento, dicen.

Para el director de Ventas, Ramón Romero, lo que antes del coronavirus significaba un fuerte dolor de cabeza, en estos momentos es un gran logro, pues toma en cuenta la realidad de otros complejos, que aún no han podido reabrir, y la pandemia que no ha llegado a aplanar su curva.
No obstante, Romero asegura que para Acción de Gracias (una de las celebraciones más importantes para los estadounidenses) y en Navidad la situación cambiará. Sus proyecciones de ventas así lo reflejan.

Contrario a lo que sucedió con el turismo en el país, Hard Rock cerró pero nunca se detuvo. Abrazó la virtualidad y junto a Ecolab (empresa multinacional que ofrece soluciones y servicios de prevención de infecciones en 170 países) y la NSF (National Sanitation Foundation) empleó esos tres meses para diseñar su protocolo sanitario bautizado con el nombre de Safe + Sound ( Sano y Salvo), puesto en ejecución el pasado 1 de julio, cuando el Gobierno dominicano autorizó quitar el candado a su más preciada fuente de ingresos.

Safe + Sound. Pese a que el coronavirus llegó al mundo a pintar un panorama fúnebre, Hard Rock necesariamente debe seguir apegado a su esencia: la música, el nombre de su protocolo está inspirado en la hermosa y esperanzadora canción Safe and Sound, grabada en 2013 por el dúo estadounidense Capital Cities.

En qué consiste. Todo comienza en el estacionamiento. Al llegar el vehículo es desinfectado. Ya en el vestíbulo te invitan a lavar las manos con un gel antiséptico y entregan un kit contentivo de toallas con alcohol y mascarillas.

En todas las puertas del amplio complejo han colocado alfombras de desinfección y cámaras térmicas, es decir, que aunque el cliente no se percate, al pasar de un área a otra se le toma la temperatura. En caso de detección elevada se invita al visitante pasar al consultorio médico del hotel y proceder con los protocolos establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Durante el chequeo, el personal pide llenar un formulario de cinco preguntas entre las que destacan si ha sido diagnosticado con el virus o sentido dos o más síntomas.

Un maletero lleva el equipaje a la habitación, en la cual, en ese momento, no debe haber nadie.
Ya en la habitación. Cada una, nos cuenta Romero, es desinfectada con una máquina de ozono y su acceso es autorizado por el hotel siempre y cuando el protocolo de higienización se cumpla, el cual es indicado a través del sello Safe + Sound colocado en la puerta.

Por la seguridad del turista, el hotel eliminó de las habitaciones el minibar (lo puede solicitar), además de las batas y algunos adornos. Sí se mantienen las pantuflas, productos para la higiene y toallas. El control del televisor es protegido a través de un papel plástico.

Protocolo para los empleados. En la entrada de los empleados también hay cámaras térmicas y de desinfección. Con la ropa y carteras o bultos desinfectados, se procede a ponerse el uniforme y se procede a otra toma de temperatura.

La “covidianidad” en un hotel

En las cocinas
Uno de los puntos más vulnerables en cualquier hotel es la cocina, y sobre este punto nos habla su director gastronómico, Kalych Elim Padro.

Dice que para poder reabrir Hard Rock Punta Cana se vieron en la obligación de realizar una inversión millonaria en el cambio de todos los electrodomésticos, para que sean de uso exclusivo para cada cocina, y cambiar todas las estufas de bufés por las de preparar alimentos a la carta, es decir, que la pandemia además obligó la suspensión de los autoservicios de alimentos.

Kalych aclara que al solicitar servicios a la habitación el personal no puede entrar y cada pedido debe llegar bien envuelto con papel plástico.

El protocolo establece, además, que ningún cliente debe sentarse en una mesa o mueble si estos no cuentan con el sello Safe + Sound.

En la piscina y playa los grupos de huéspedes deben estar espaciados a dos metros entre ellos. En el teatro también se debe mantener la distancia debida. En las áreas internas es estrictamente obligatorio el uso de mascarilla.

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