La afirmación la hace Julio Cross Frías en el libro “Develando Trampas”, que acaba de poner en circulación
Si bien la crisis bancaria ha provocado un déficit cuasi fiscal que en vez de reducirse en el tiempo ha aumentado, trajo como beneficio colateral, gracias a las reformas del sistema financiero a que ese hecho condujo, el que la República Dominicana cuenta hoy con una banca sana, bien gobernada y bien supervisada.
La afirmación la hace Julio Cross Frías, exsuperintendente de Bancos, en el libro “Develando Trampas”, que acaba de poner en circulación, acompañado de prólogos de Frank Moya Pons e Isidoro Santana.
De acuerdo a Cross Frías, el origen de la crisis bancaria del 2003 fueron los topes a la cartera de pesos dominicanos y el auge crediticio en moneda extranjera, provocado por resoluciones de la Junta Monetaria en el período 1996-2000, que excluían de esos topes los financiamientos en moneda extranjera y los recursos provenientes de préstamos internacionales.
Explica que “esta política propiciadora del endeudamiento externo del sector privado incentivó a la banca nacional a endeudarse en moneda extranjera y, de paso, le mostró las ‘ventajas’ de arbitrar con tasas de interés y con el tipo de cambio.
“El auge crediticio en moneda extranjera que, además, era laxa, flexible y acomodaticia, y una supervisión castrada por el propio regulador, facilitaron las malas prácticas de los bancos colapsados, causantes de la crisis bancaria que se convirtió rápidamente en crisis cambiaria en 2003, cuando todo el causal de dólares de corto plazo que entró al país durante el período 1996-2000 voló a lugar seguro en 2003”.
Cross Frías confiesa en su libro que eran tan irrefutables los hechos ocurridos que él “fue uno de los firmantes de la querella contra los banqueros acusados de fraude”, pero aclaró que a pesar de eso, a él lo excluyeron de la lista de testigos “en el juicio al presidente del primer banco colapsado, simplemente porque las autoridades monetarias del período 2004—2008, las mismas de 1996-2000, sabían que en mi pódium de culpables la medalla de oro no correspondía al principal acusado, sino a los que crearon el auge crediticio en moneda extranjera que lo ayudó a convertirse en un rey Midas y a los que con su negligencia y complicidad en algunos casos hicieron posible sus malas prácticas”.
Para sustentar su posición sobre el origen de la crisis, Cross Frías señala que en el período enero-diciembre de 2003 los deudores de los bancos en moneda extranjera atacaron el merado cambiario y redujeron sus deudas en dólares en 1,360 millones de dólares.
“Los propios bancos compraron 957 millones de dólares adicionales para reducir sus pasivos en moneda extranjera con bancos corresponsales en 2,317 millones de dólares”, escribe, para agregar, que como consecuencia de eso, “la presión sobre el mercado cambiario había sido demoledora.