Una discusión por razones de amoríos y armas, además de un empujón, fueron las causas por las que tres hombres se mataron a tiros ayer, a la salida de la discoteca Orlando, en la avenida Isabel Aguiar, en el municipio Santo Domingo Oeste.

Todos los muertos eran menores de 30 años, mientras que un tercero estaba grave en el hospital docente Darío Contreras, porque tiene una bala alojada en el cerebro.

La versión fue ofrecida a HOY por una fuente policial que confirmó que los tres hombres habrían discutido al salir del establecimiento, porque uno quería ir a un motel con una de las mujeres, cuya relación ya había terminado. Un empujón y la discusión fue la detonante de la tragedia, confirmó.

Los muertos fueron Wilson Carela Ditrén, de 26 años de edad, quien se desempeñaba como mensajero de una compañía y de acuerdo a las investigaciones fue la persona que empujó a Cirilo Ogando, ex marino, quien inició los disparos.

El tercer muerto fue Wellington Mella Matos, un policía del departamento de Operaciones Especiales. De Ogando Angomás se dijo que se desempeñaba como seguridad en la referida discoteca.

El hecho ocurrió alrededor de las 5:00 de la mañana, confirmaron algunos testigos del barrio Las Malvinas, de Herrera, pero la discusión se inició dentro de la discoteca.

La mayoría de los disparos los hizo Ogando Angomás, quien mató a dos, mientras el policía continuó los disparos, pero ya con las heridas que les causaron la muerte.

Con relación a la tragedia, ayer, la Policía investigaba a las tres mujeres en torno a las cuales comenzó la discusión, quienes les habían hecho compañía hasta la hora del hecho.

Las víctimas, fueron baleadas en la cabeza, la espalda y la cara, una de ellas recibió seis impactos.

El herido que ayer seguía grave fue identificado como Héctor Andrés Reyes Méndez, de 19 años de edad, baleado en el maxilar izquierdo, quien fue llevado al hospital regional Marcelino Vélez Santana y posteriormente trasladado al hospital Darío Contreras.

De acuerdo a la versión policial, la discusión se produjo entre Carela, a quien apodaban La Volanta, y quien residía en la comunidad de Caballona y el ex marino Ogando Angomás.

Este último había sido dado de baja de la Marina de Guerra, pero colaboraba en la seguridad de la referida discoteca.

En el lugar del incidente quedaron dos pistolas en el pavimento, al lado de dos charcos de sangre y decenas de curiosos abarrotaron la esquina para indagar en torno a lo sucedido.

Un primer teniente retirado del Ejército que pasaba por el lugar al momento de ocurrir el incidente, expresó que escuchó seis disparos y que cuando se acercó vio cuatro hombres tendidos en la calzada, uno de los cuales estaba vivo.

Las mujeres que acompañaban a las tres víctimas fueron llevadas a una clínica y luego detenidas para investigación en el departamento de Homicidios de la Policía Nacional.

En la avenida Isabel Aguiar donde se produjo la tragedia se formó una larga fila de vehículos, dado que las personas salieron de sus casas para curiosear.

Los cadáveres fueron levantados por orden de un médico legista y llevados al Instituto de Patología Forense para fines de autopsias.

[b]LA FAMILIA[/b]

Escenas de gritos y desesperación se produjeron ayer en el lugar de la tragedia, de parte de padres y hermanos de algunos de los muertos, quienes fueron despertados tempranito para recibir las malas nuevas.

Algunos de la familia Carela, hasta a medio vestir, llegaron desesperados y no podía dar crédito al ver en el piso el cadáver de su vástago.

La familia Carela Ditrén, por medio del padre, Manuel Carela, que reside en la manzana 30, casa número 27-B de Caballona, pidió que se investigue a la mujer con la que su pariente convivía.