POR ALTAGRACIA ORTIZ GOMEZ
Por los quirófanos del hospital Luis Eduardo Aybar deambulan moscas y ratas en plenas cirugías, mientras médicos de ese centro aseguran que en una semana han muerto tres personas por «schok hipobolémico» debido a falta de sangre.

La información fue ofrecida ayer por los médicos residentes de cirugía de ese hospital, quienes denunciaron ante el Colegio Médico Dominicano (CMD) que algunos de ellos se han enfermado de neumonía, por falta de higiene.

La doctora Angely Castro, residente del tercer año de cirugía, aseguró que en ese hospital se cobra por todo y que los pacientes mueren en emergencia o en cirugía por falta de sangre y medicamentos.

Los nombres de los tres pacientes que fallecieron por falta de sangre para ser aplicada en su cirugía, serán ofrecidos más adelante por los médicos de Cirugía. En el día de ayer no fue posible obtenerlos por problemas con el registro.

De su lado, el doctor Emigdio Liria, quien forma parte del equipo de médicos de ese centro de salud, aseguró que la división de ese hospital en áreas diferentes, «ha cavado la tumba de ese centro de salud».

Explicó que el Centro de Amistad Dominico Japonés (CEMADOJA), que realiza estudios de imágenes y el Centro de Gastroenterología cobran por todo, pero que si los pacientes no tiene dinero, son muy pobres o indigentes, se los envían al hospital, «porque no tienen nada».

Los médicos insistieron en que el hospital ha sido dejado sido dejados sin estructuras productivas y que todo eso se hizo dejando de lado, que ese centro de salud maneja personas de los estratos sociales más bajo y con menos poder adquisitivo.

LA CARENCIA

Los médicos denunciaron que se ven afectados por agresiones de los familiares de pacientes a los que tienen que recetarle todo lo que el hospital les puede dar.

En la sala de cirugía una puerta fue rota por los familiares de un  muy pobres a quien le indicaron una lista de material gastable para poder operarlo.

La lavadora, la máquina esterilizadora y hasta bombillos de la sala de cirugía tienen desperfectos. Falta ropa estéril para cirugía y muchas veces se carece hasta de guantes, señalaron los residentes.

Indicaron que para lavarse las manos tienen que usar un galón y que mientras operan, las ratas y las cucarachas recorren los rincones y espacios de la sala de cirugía.

Denunciaron además que no tiene seguridad, porque los policías que están en el centro no tienen como función la protección del centro, sino llevar el registro de los homicidios o de los presos que son llevados al hospital.

También denunciaron que de la Unidad de Cuidados Intensivos sólo queda su nombre, que carece de camas y que no hay siquiera líneas de panel.

También han sido suspendidas las cirugías de torax, pues aunque el hospital tiene buenos cirujanos, no hay forma de operar pacientes. El doctor Eddy Bruno, cirujano, habló de un paciente con cáncer estomacal que no ha podido ser operado por falta de ropa estéril.

PARADOJA

Aunque parezca una ironía o paradoja, los hospitales del país continuan convertidos en almacenes de enfermos, mientras el Gobierno se apresta a la construcción de un metro y otros elevados. Ese metro costaría US$377 millones.

Los médicos también criticaron que el Gobierno haya duplicado la subvención a instituciones de salud privada, las cuales tiene un componente social muy pobre.

También los políticos corruptos de llevan miles de millones de pesos, es el caso del Plan Renove, cuyos autores expropiaron al Estado de unos 180 millones de dólares.

EL SUCIO

Todos los malos olores, aguas en estado putrefacto, hacinamiento y sucio forman parte de la cotidianidad de los médicos, mientras en el área de emergencia, por el hacinamiento y la falta de privacidad, los niños observan a mujeres en proceso de parto o cuando son examinadas por médicos.

Algunos residentes de cirugía expresaron en la asamblea que no podían continuar estudiando en esa situación, pues incluso cuando descansan, una o dos horas, temen que las ratas y las cucarachas los muerdan.

Las comidas que se les ofrece no son apta para ellos, dado que por sus responsabilidades y su nivel de trabajo, deberían tener alimentos que no sean moro con espaguetis, o una rueda de salami con dos guineos.