POR GERMAN MARTE
Un obrero portuario fue atropellado ayer por un vehículo del Ayuntamiento del Distrito Nacional mientras participaba en una manifestación en demanda de que el gobierno pague las prestaciones laborales a los ex trabajadores del muelle Santo Domingo que quedaron sin trabajo tras la venta de la terminal a una empresa privada.

Fabio Castillo, de unos 70 años de edad, cayó al pavimento tras ser chocado por una guagua del cabildo capitaleño durante la protesta que fue reprimida por agentes de la Policía Nacional. Castillo fue llevado a un hospital donde recibió atenciones médicas. Mientras, el chofer del vehículo que lo atropelló escapó del lugar.

La Policía lanzó bombas lacrimógenas para desalojar a los trabajadores que habían ocupado un tramo de la avenida George Washington, frente al monumento a Fray Antón de Montesinos.

Los muelleros reclaman el pago de más de RD$650 mil por concepto de prestaciones laborales que según alegan les debe el gobierno. Posteriormente los manifestantes se concentraron en la Plaza José Gabriel García donde continuaron lanzando consignas y denunciando la indiferencia del gobierno frente a su situación.

Silvio Ureña, secretario general de la Federación Dominicana de Trabajadores Portuarios (FDTP) dijo que más de tres mil obreros fueron desplazados de sus puestos de trabajo tras la venta de la terminal del muelle Santo Domingo a la empresa Inversiones Sans Soucí, la cual asumió la administración del puerto desde el 13 de junio de este año.

Afirmó que a los trabajadores se les adeuda más de RD$650 mil pesos por concepto de las labores de carga y descarga realizadas en dicho puerto en beneficio de las agencias navieras, pero que se pagaban a través de la Autoridad Portuaria Dominicana.

Adujo que la mayoría de los trabajadores desplazados del muelle en ocasión de la transformación del muelle en un puerto turístico son personas mayores de 50 años que tendrán serias dificultados para insertarse en otra actividad productiva.

El dirigente portuario afirmó que las autoridades nunca han tomada en cuenta a los trabajares, ni se han preocupado por buscar alternativas para los desplazados tras la remodelación de la terminal, a pesar de las propuestas que le han hecho los nueve sindicatos portuarios del muelle Santo Domingo.

Indicó que las autoridades sólo se han preocupado por pagar las prestaciones laborales a los empleados que tenía la Autoridad Portuaria Dominicana, pero no por la suerte de los obreros que realizaban las labores de carga y descarga.

LUCHARAN HASTA EL FINAL

Silvio Ureña manifestó que los trabajadores portuarios seguirán luchando hasta el final hasta que les paguen sus prestaciones laborales, “aunque tengamos que abonar con sangre la tierra del puerto de Santo Domingo”.

Aseveró que los trabajadores fueron dejados fuera del puerto, donde muchos dejaron su juventud, y ahora no aparece nadie que se haga responsable de pagarles sus prestaciones.

Acusó al gobierno de “pintar” pajaritos en el aíre en relación a la remodelación del puerto.

“Si no nos pagan nuestro dinero, a los gatillos alegres que se preparen porque tendrá que enfrentarse con nosotros en el terreno que sea”, expresó Ureña.

Varios obreros –ya ancianos- que participaron en la manifestación también acusaron al gobierno de quitarle su fuente de empleo sin ni siquiera escuchar sus opiniones. Consideraron que antes de traspasar el puerto a manos privadas, el gobierno debió tomar en cuanta a los trabajadores.

Domingo Martínez pidió a los congresistas que reciban una comisión de los obreros portuarios para que escuchen sus argumentos.

Explicó que se ha dicho que sólo se va a remodelar el puerto de Sans Soucí, pero la realidad es que desaparecerán cinco puertos que están en el río Ozama: Don Diego, Santo Domingo, Cristóbal Colón, La Marinita y Sans Soucí.

UN ABUSO TOTAL

Emeterio Salas Herrera, de 90 años de edad, quien trabajó en el muelle desde el año 1936, calificó como un “abuso total” lo que pretende hacer el gobierno con los trabajadores desplazados.

En tono enérgico, el anciano exclamó que está dispuesto a dejar hasta la última gota de sangre en el puerto con tal de que le paguen sus prestaciones.

“Míreme, estoy inválido”, exclamó el obrero al tiempo que muestra la lesión que sufrió en su mano derecha en el año 1940, en plena Guerra Mundial.

“Leonel Fernández es el autor intelectual de este desplazamiento de nosotros”, dijo Herrera.

Expresó que del puerto del puerto de Santo Domingo laboraban menos de cinco mil trabajadores, pero de manera indirecta, de ese y de los demás puertos que serán eliminados dependían más 25 mil personas.