Atropello conceptual

Atropello conceptual

Se le llama “bullyng” al acoso físico o psigico al que someten, de forma continuada, a un alumno sus compañeros”. Pero hostigamientos, maltratos feroces y persistentes, no sólo ocurren entre escolares. Ahora están vigentes en el mundo diversas clases de “bullyng”. Hay el “bullyng de exclusión”: un acuerdo tácito para no mencionar un político, un funcionario o un escritor. Siguiendo costumbres extranjeras, modas o prejuicios arraigados, periodistas y publicistas “sacan de circulación” ideas y puntos de vista que no cuadran con sus convicciones políticas, estéticas, religiosas. El acoso físico y el acoso sexual, tienen ya suficiente cobertura noticiosa, por lo cual podemos dejarlos de lado momentáneamente.

También existe hoy el “ciberbullyng”. En las redes sociales de Internet es costumbre atacar desconsideradamente a políticos, escritores, hombres de Estado, funcionarios, banqueros, empresarios. Varios individuos pueden expresar al mismo tiempo su mala voluntad contra un ciudadano cualquiera, sumándose al primer insulto y reproducirlo, “colgarlo” o “compartirlo”. Así, hombres decentes resultan aporreados verbalmente, de manera grupal. La difamación nunca puede ser impedida, ni revertida. El sujeto desacreditado por el “ciberbullyng” queda convertido en un leproso moral, ideológico o cívico. Y las personas que no tienen la misma opinión sobre el sujeto acosado, se inhiben; no expresan su desacuerdo para “no ir contra la corriente”.
El propósito es crear una “atmósfera” pública envenenada contra personas que participan, directa o tangencialmente, en la vida política, económica, académica; el ensañamiento es mayor cuando el perjudicado con esos ataques manifiesta tener carácter, o no se deja embaucar por propagandas reiterativas y frases publicitarias simplistas. La “oposición dialéctica” entre viejos y jóvenes está afectada por este fenómeno de conducta. Jovencitos que no trabajan, ni estudian, que consumen drogas y las mercadean, denigran a las personas mayores… porque no aprecian su estilo de vida irresponsable.
Ocurre algo semejante con los conceptos de izquierda y derecha en política, que ahora se usan antojadizamente. Los conflictos dominico-haitianos son utilizados maliciosamente, para destruir reputaciones mediante el “atropello conceptual”. En esta época de terrorismo moral, de violencia contra mujeres, niños y viejos, la argumentación misma se ha contaminado de pasión primitiva. Negrismo y blanquismo, hispanismo y africanismo, izquierdismo y derechismo, son mandarrias para golpear. El “bullyng” ha invadido la sociedad entera.

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