Madrid.  EFE.  El operador AT&T ha anunciado esta semana que a partir del  lunes  (fecha en la que presumiblemente se anuncia la cuarta generación de iPhone de Apple) elimina los planes de tarifa plana de datos en todo el país para telefonía móvil.

Es decir, que los nuevos abonados deberán pagar en función del volumen de tráfico de llamadas que consuman.

La medida, que ha levantado una gran controversia, persigue la descongestión de la red del operador, que en ciudades de los Estados Unidos   como Nueva York y San Francisco, donde la gran popularidad de los teléfonos inteligentes (como los iPhone) ha llegado a saturar el servicio de datos móviles.

De esta manera, AT&T cobrará 25 dólares al mes por 2 gigabytes de datos y 10 dólares adicionales por cada gigabyte adicional, mientras que para quienes prevean consumir menos existirá una tarifa de 15 dólares al mes por 200 megabytes, aunque a partir de ese consumo el operador cobrará otros 15 dólares por cada 200 megabytes adicionales.

La compañía asegura que con estas modalidades de tarifas quienes realizan un consumo moderado verán sus facturas mucho más reducidas,  mientras que los llamados “heavy users” (grandes consumidores)  deberán pagar más.