Entre los múltiples beneficios que ofrece la producción agrícola bajo ambiente controlado y/o protegido están: la reducción de riesgos, alta productividad, elevada calidad e inocuidad, seguridad de mercado y excelente rentabilidad. Con un espacio reducido la diferencia de rendimiento es de cinco a uno con relación a la siembra a cielo abierto. Además, en un espacio de 5,000 metros cuadrados se generan 8 empleos directos.
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Fue durante el gobierno de don Hipólito Mejía que se produjo el primer gran impulso comercial, levantándose 225 invernaderos en 4,800 metros cuadrados.
Entre 2016 a 2020 la superficie creció un 7.9% pasando de 9.3 millones a 10.2 millones de M2.
En el 2024 el Ministerio de Agricultura anunció que el país duplicó la cantidad de libras de vegetales producidos en los invernaderos, pasando de 12.2 millones de libras a 22 millones de libras en los últimos cuatro años.