Los países latinoamericanos y caribeños parecen haberse decidido a avanzar en firme hacia la integración y están reforzando los instrumentos integracionistas en tanto se vuelcan a crear nuevas instancias políticas en la que puedan debatir sus problemas dentro de un contexto geopolítico de lo que José Martí definió hace más de un siglo como la “América Nuestra” y que enmarcó geográficamente entre el “Bravo y la Patagonia”. Las naciones del subcontinente sudamericano crearon y están profundizando la Unión de Naciones Sudamericanas – UNASUR – y toda América Latina y el Caribe han acordado la constitución de la Comunidad Latinoamericana y del Caribe – CELAC – órgano paralelo a la OEA pero sin los Estados Unidos y Canadá.

Mucho se ha estado comentando sobre lo que la prensa internacional ha calificado como “rearme latinoamericano”, refiriéndose a las significativas compras de armas en que varios de los países de la región están incurriendo. Parece estarse extendiendo una fuerte percepción de seguridad en varias naciones. A UNASUR se le acaba de dotar de un instrumento de seguridad y defensa regional. Por todo ello, un grupo de países vienen prestando una gran atención al desarrollo de una industria de defensa propia. Se destacan los casos de Brasil, Argentina, Ecuador y Venezuela, entre otros aun menos relevantes; evidentemente la región pretende disminuir su dependencia externa en lo  que se refiere a seguridad, defensa y cooperación militar tanto en el plano nacional como, en especial, con relación al nuevo organismo de UNASUR relacionado al plano de defensa y seguridad.

Tan solo hace unos pocos días se supo que el ministro de Defensa brasileño, Nelson Jobim, hizo un llamado para que la comunidad de negocios invierta en la “revitalización y desarrollo de la industria nacional de defensa”  y que debe crecer la conciencia de que el país debe estar preparado para proteger sus riquezas. El discurso fue pronunciado ante el Consejo de Administración de ODEBRECHT que extiende su actividad más allá de la construcción y la infraestructura habiendo adquirido MECTRON, compañía especializada en la producción de misiles. Pidió, además, más “agresividad” para la exportación de materiales y servicios de defensa y seguridad. De las 100 empresas mejor posicionadas mundialmente en el área de defensa, la brasileña EMBRAER ocupa el lugar 95. En Argentina, en ocasión de los festejos por los 201 años del Ejército Nacional, el ministro de Defensa se refirió al compromiso con la “recuperación de la industria y tecnología para la defensa”, preservando la capacidad científica y tecnológica para la defensa. Se recuperó el Complejo Industrial Naval y la fabricación de aviones.

Ecuador acaba de realizar una Feria de la Industria de Defensa Ecuatoriana con participación de 39 empresas de desarrollo, investigación y tecnología para generar convergencias entre instituciones científicas, tecnológicas y de investigación.

Sin dudas se ha abierto un nuevo capítulo en el escenario continental.