POR GERMAN MARTE
Para la Iglesia Católica, el mayor peligro no lo representa el flujo de fieles a otras denominaciones religiosas, sino los que se inclinan el indiferentismo, sin ninguna práctica religiosa o abiertamente anogsticos o ateos, afirmó ayer el presidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano.
Ramón De la Rosa Carpio recalcó que perdida de todo tipo de relación con lo religioso es la mayor preocupación de la Iglesia Católica.
Sin embargo, sostuvo que en el mundo hay un gran deseo por buscar el lado espiritual.
Dijo que el número de católicos en el mundo va en aumento, aunque reconoció que en algunos pueblos hay una disminución de estos fieles.
Entre otras razones, esto se debe a que cuando las personas emigran rompen con sus raíces, y esto incluye la religión.
Se sabe que donde hay movimientos migratorios surgen los grupos religiosos más variados, expresó.
Un ejemplo de esto, acotó, es California, en Estados Unidos, donde más religiones hay, y esto se debe a que allí hubo una gran migración no organizada.
República Dominicana y toda Latinoamérica está viviendo una realidad similar.
Esa es una de las razones por las cuales los de la Iglesia Católica tienen que salir al encuentro de su gente e ir en busca de los que llegan y no quedarse sentados esperando.
Por eso insiste en la labor misionera que deben realizar los católicos.
El escepticismo
Sobre el aumento del escepticismo, el presidente del Episcopado Dominicano manifestó que hay diversas causas.
Además de la migración, mencionó que muchos han roto con la Iglesia Católica y se han ido a otras iglesias, pero allí no han encontrado respuestas a sus inquietudes espirituales, y por eso se quedan fuera, y los hijos terminarán iguales, indiferentes al tema religioso.
Otra razón, señaló el religioso, fue que en los años 70 hubo una gran búsqueda de cambios en América Latina, ansias de justicia, y con estas ilusiones se embarcaron muchos jóvenes, pero después todo eso fracasó.
Hay una materia pendiente que no hemos resuelto, y es el problema de la justicia (social), una mejor distribución de los bienes, manifestó.
Adujo que muchos de los que luchaban por una mayor justicia social terminaron desilusionados y se han convertido en agnósticos, y han adaptando un sistema de dinero, siendo pragmáticos.
Pero también está la oferta de ideas y de conocimientos a través de todos los medios, como el Internet, llevará a mucha gente a romper con sus creencias y algunos a caer en la delincuencia.