BUENOS AIRES (AFP).- Un aumento promedio de 14% en las ventas navideñas, una tasa inusualmente alta de reservas hoteleras y terminales de ómnibus y trenes atestadas reflejaron en los hechos en las últimas horas la recuperación de la economía de Argentina, a cuatro años del estallido de su peor crisis en cien años.

Una medición de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en la semana previa a Navidad, sobre 223 comercios seleccionados de todo el país, detectó un aumento global de ventas 13,7%, liderado por el sector indumentaria que creció 21% respecto de un año atrás.

En tanto, Fedecámaras, que representa a la pequeña empresa comercial, midió que las ventas de productos de la canasta familiar navideña crecieron 30%, pese a que estuvieron 30% más caros en promedio.

También hubo aumento en las tarifas de ómnibus, pero la secretaría nacional de Turismo calculó que este verano (austral) el movimiento turístico será entre 6 y 7% mayor al anterior, e involucrará el récord de 22 millones de personas, entre nativos y visitantes extranjeros.

En Buenos Aires, los hoteles de cinco estrellas tienen reservada 90% de su capacidad para Año Nuevo y están al 80% en Navidad, y son los de mejor desempeño en un buen panorama con 65% de ocupación promedio, según la secretaria de Turismo de la ciudad, Marcela Cuesta.

«Las reservas para todas las categorías aumentaron 5% este año. El motivo es que cada vez se hacen más actividades específicas para estas fechas, como cenas», dijo la funcionaria.

En la estación de terminal de ómnibus de la capital argentina, en el barrio de Retiro, los pasajes para los días previos a la Navidad a destinos de la costa atlántica y el interior del país se agotaron.

Sólo el viernes partieron 1550 coches, de los cuales 800 eran de refuerzo al servicio habitual.

Tampoco hubo lugares vacíos en los últimos días en los trenes de pasajeros ni en los vuelos que salen de Buenos Aires.

En Mar del Plata (400 km al sur), principal balneario argentino, se calcula que por el nivel de reservas observado, esta temporada será superior a la anterior, cuando la ciudad recibió 3,8 millones de visitantes, informó Ángel Díaz, vicepresidente del Ente Municipal de Turismo.

El panorama contrasta en forma notoria con la desolación posterior la crisis de diciembre de 2001, que acabó con el gobierno de Fernando de la Rúa, clausuró con una devaluación de 70% once años de paridad del peso con el dólar, y dejó al país en moratoria y a más de la mitad de la población en la pobreza.

En cuanto al comercio, la CAME afirmó que «hubo un movimiento inusual en las compras en efectivo, alentadas por los anticipos de sueldos y aguinaldos» y la reaparición de las bonificaciones en algunas empresas del sector privado, «una práctica que desde hacía seis años había quedado olvidada en la Argentina».

Según la entidad, también contribuyó el «financiamiento en hasta doce cuotas sin interés y el buen ánimo del público, que comenzó sus compras con una anticipación poco habitual».

Una novedad fue la mayor presencia de productos nacionales, que fueron objeto de 64,5% de las ofertas, «con una alta aceptación por parte del público».