Augurios de un mayor control sobre el tránsito

Augurios de un mayor control sobre el tránsito

Con cifras de accidentes y fatalidades en la circulación vial de las más altas del mundo, República Dominicana ha sido, además, un país de débil imposición de autoridad sobre automovilistas, choferes del transporte público y de vehículos de carga. Territorio frecuentado por motociclistas que en su mayoría carecen de las credenciales de ley para transitar y que aportan el mayor número de víctimas mortales en accidentes.

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Bajo el mando de Hugo Beras Goico, que se muestra optimista e innovador en sus propósitos de marcar un antes y un después, el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT) es el órgano que, con nuevo aliento, debe hacer valer en mayor medida que antes, regulaciones que eviten colisiones y disminuyan paulatinamente los daños materiales y personales que por elevada proporción hacen de las calles y carreteras del país rutas muy peligrosas. Procede imprimir el sentido de los límites que ha faltado colectivamente haciendo que las violaciones a las reglas de tránsito conlleven sanciones a partir de una fiscalización más extendida por regiones con insoslayable aplicación de consecuencias que consistan en multas y pago de indemnizaciones que en sus magnitudes correspondan al grado de los incumplimientos; y de privación libertad cuando las temeridades y la conducción en estado de embriaguez determinen lesiones graves y pérdidas de vidas. Anular licencias cuando la acumulación de faltas amerite máxima drasticidad en defensa de la sociedad.

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