SAN JOSE (AP).- La cifra de muertes causadas por un incendio en un hospital costarricense se elevó a 19 tras el hallazgo de otro cuerpo mientras el luto cubría el país con el inicio de los sepelios de las víctimas.

   El miércoles amaneció gris y llovió. En las afueras de la morgue, a 15 kilómetros al noreste de la capital, periodistas esperaban el retiro de los cuerpos, pero los familiares no hablaron con la prensa.

   El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) emitió el miércoles la lista de 13 personas ya identificadas: tres mujeres que eran enfermeras del centro médico y 10 hombres, todos pacientes.

   El vocero del OIJ Francisco Ruiz explicó a la AP que el proceso con los otros cuerpos tardará un poco más pues quedaron totalmente calcinados en el incendio que destruyó el martes tres de los cinco pisos del hospital Calderón Guardia y cuyas causas aún se desconocen.

   Dos casos llamaron la atención. El de la supervisora de enfermería Patricia Fallas quien quedó tendida en un pasillo con una linterna encendida en la mano con la que guió a muchos hasta la salida. No pudo con el humo y murió por asfixia.

   El presidente Abel Pacheco la calificó como una «heroína» y así fue despedida por decenas de personas en su funeral en Tres Ríos, a unos 12 kilómetros al este de San José.

   Escenas similares se repitieron en Turrialba, donde el pueblo entero se organizó para recibir a Alfonso Pérez, de 16 años, quien se recuperaba de una operación por un tumor en la cabeza.

   Capitán de la selección juvenil de baloncesto, Pérez estaba listo para asistir en agosto a un torneo en República Dominicana.

   En las calles de la comunidad, ubicada a unos 50 kilómetros al este de la capital, eran visibles pancartas y flores que preparan el sepelio del joven el jueves.

   El dolor también tocó dos familias nicarag_enses, la de la enfermera Mayra Mercado, quien hace 20 años llegó a Costa Rica y a la de Francisco Jirón, de 17 años, que hace tres meses estaba en el país. El domingo fue atropellado y por eso estaba en el hospital.

   Tras el incendio las autoridades médicas han intentado evadir responsabilidades aunque reconocieron las deficiencias de seguridad que sufría la vieja estructura construida en 1943.

   El diario La Nación indicó que el hospital cuenta con seguro por incendios pero solo para cubrir la infraestructura y no los pacientes.

   En declaraciones al canal 7, el penalista Juan Diego Castro dijo que «los 19 fallecidos representan casos de homicidio culposo» al considerar que se debe «investigar y sentar responsabilidad penal de los funcionarios que conociendo la realidad (del edificio) no tomaron medidas».

   Agregó que también cabe una acción por responsabilidad civil «porque el Estado tenía la obligación de revisar el funcionamiento, la estructura y los servicios que requería un hospital de ese tamaño».

   Durante el incendio fallaron las alarmas y la mayoría de los enfermos y personal tuvieron que correr por sus vidas. En ese momento el hospital albergaba a 522 pacientes.

   Algunos tuvieron que romper ventanas y esperar a ser rescatados por los bomberos, otros improvisaron cuerdas con sábanas y ropa hospitalaria.

   El trágico incendio es el peor en la historia del país y motivó la declaración de un duelo nacional de tres días decretado por Pacheco. Las pérdidas se calculan en 20 millones de dólares.