La condición de valor refugio del oro ha vuelto a brillar y los inversores llevan al valor del metal a sus máximos en ocho meses, por encima de los 1.200 dólares la onza.
La inestabilidad de los mercados y la debilidad del dólar son lo principales motivos que han llevado al precio del oro a acumular una subida del 14%.

Un dólar barato suele ser bueno para el metal, ya que hace que sea más asequible para los compradores de otras divisas.

Otro de los factores que apoya la tendencia alcista del oro es la posibilidad de que EEUU retrase las subidas de tipos. Los expertos explican que las tasas altas hacen que los rendimientos de este tipo de activos pierdan atractivo.

En este sentido, la presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, reconoció ayer que la volatilidad de la renta variable podría frenar el crecimiento económico.

Por esto último el oro mantiene últimamente una correlación inversa con los precios del petróleo. Cuando el crudo cae, el oro sube. Los mercados entienden que el petróleo barato restará puntos al PIB de países como EEUU. La demanda conforma el último punto que dibuja este escenario. El Consejo Mundial del Oro anunció recientemente que la demanda mundial de oro se mantuvo a la baja en 2015, por cuarto año consecutivo.