WASHINGTON. El número de estadounidenses que solicitaron asistencia pública por desempleo aumentó la semana pasada, aunque el número se mantuvo en un nivel bajo, lo que indica que los despidos no se han extendido.
El Departamento del Trabajo informó que las solicitudes aumentaron en 10.000 a una cifra ajustada de 272.000. La cifra promedio de cuatro semanas, que es más confiable, bajó a 272.000. El número de personas que recibieron beneficios por desempleo se redujo 4,9% en el último año a 2,25 millones.
Las cifras indican que las débiles economías en el extranjero y los cambios drásticos en el mercado de acciones no han provocado que los empleadores recorten empleos.
Las solicitudes de asistencia son una medición de despidos y llevan casi un año en niveles históricamente bajos. Los empleadores se sienten suficientemente confiados en que habrá un crecimiento a futuro para mantener a sus empleados.
El aumento de empleos ha sido estable en los últimos tres años, lo que ha llevado el índice de desempleo a 4,9%, su nivel más bajo en ocho años. El aumento de sueldos se acelera, pero sigue por debajo de un nivel congruente con una economía saludable.
Los estadounidenses compran y comen en restaurantes, lo que ayuda a compensar las afectaciones de la débil economía china y las recesiones en otros países en desarrollo como Brasil y Rusia.
El gasto del consumidor representa como 70% de la actividad económica de Estados Unidos y los economistas pronostican que ayudará a aumentar el crecimiento en el país este año, incluso cuando es probable que la producción y exportación continúen débiles.
Los estadounidenses también gastan más en artículos costosos, como autos y viviendas. Las ventas de hogares aumentaron en enero a su nivel más saludable en nueve años.
Los economistas pronostican que la economía estadounidense aumentará como 2,3% en este año, un modesto crecimiento similar al que ha ocurrido durante los seis años de recuperación de la Gran Recesión.