Por Roula Khalaf
En Londres
El Grupo de Estudios sobre Irak (GESI) ha colocado mucha de la carga para contener el derramamiento de sangre en Irak y facilitar una retirada de Estados Unidos sobre el asediado gobierno de Nouri al-Maliki.

Aunque el informe destaca el papel crucial de los vecinos en la estabilización de Irak, su llamado a que EEUU haga condicional su apoyo al gobierno dependiendo del logro de “avances significativos” pone a Bagdad en el centro del problema.

Los funcionarios iraquíes han estado restando importancia al impacto del informe en lois últimos días. Pero a pesar de las reiteradas seguridades de apoyo del presidente George W. Bush, es probable que las recomendaciones incrementen la presión sobre el gobierno iraquí y refuerce la percepción de una desilusión en aumento con sus resultados.

Irak tiene un gobierno elegido democráticamente, pero no está “avanzando adecuadamente en la reconciliación nacional, aportando seguridad básica o supliendo los servicios esenciales”, dice el informe.

“El gobierno iraquí tiene que demostrarle a sus propios ciudadanos -y a los ciudadanos de EEUU y otros países- que merece que apoyo continúe”, añadió. El GESI llama a la administración a trabajar estrechamente con los líderes de Irak para alcanzar ciertos puntos clave en los tres frentes principales: la reconciliación nacional, la seguridad y la gobernabilidad.

Consideró una lista de pasos decisivos que ya se habían adelantado por Maliki, “un buen comienzo”, pero dijo que tiene que ampliarse para incluir pasos “que puedan fortalecer el gobierno y beneficiar al pueblo iraquí”.

El presidente Bush y su equipo tienen que enviar un mensaje claro, dice el informe.

Si Irak no logra cumplir los objetivos fijados, entonces “EEUU debe reducir su apoyo político, militar y económico al gobierno iraquí”.

Los funcionarios iraquíes acogerán el llamado a una aceleración de la responsabilidad con la seguridad -que según el informe debe lograrse mediante el incremento del número y calidad de las brigadas del ejército iraquí- y la afirmación de que la misión primaria de las fuerzas estadounidenses deben evolucionar hacia el apoyo del ejército de Irak. En realidad, los oficiales dicen que la semana pasada Maliki obtuvo el compromiso del presidente Bush de una transferencia acelerada de la autoridad militar.

También el informe alerta que EEUU no esperará toda la vida hasta que las tropas iraquíes estén listas.

“EEUU tiene que dejar claro al gobierno de Irak que EEUU podría desarrollar sus planes, incluyendo nuevos despliegues planeados, aún si el gobierno de Irak no implementara sus cambios planificados”.

La presión para la participación de los vecinos en la estabilización de Irak también será recibida con cautela en Bagdad. Funcionarios del gobierno dicen que es el gobierno de Irak, en lugar de EEUU, quien debe vincular a Damasco y Teherán.

En un intento aparente por prevenir sobre el informe, Maliki anunció el martes que estaba enviando enviados a los países vecinos para mejorar la cooperación en la seguridad y que convocaría a una conferencia de estados de la región.

En la medida que el debate sobre la relación con Siria e Irán ha ido cobrando impulso en Washington las últimas semanas, Jalal Talabani, el presidente de Irak, visitó Teherán, donde se dice que le pidió al régimen que respaldara al gobierno central en ves de a los grupos chiítas. Walid al-Muallem, el ministro de Relaciones Exteriores sirio, también sostuvo raras conversaciones en Damasco el mes pasado.

VERSION: IVAN PEREZ CARRION