Washington,  (EFE).- Los líderes de la coalición Por los Plenos Derechos de los Inmigrantes, que convocó un paro nacional en EEUU para el lunes próximo, se manifestaron hoy seguros de que su convocatoria “será un rotundo éxito”.

Juan José Gutiérrez, coordinador del Movimiento Latino USA, de Los Angeles (California), y uno de los principales líderes del boicot, declaró a los medios de comunicación locales que todo está listo para la realización de “esta actividad de presión para un reforma migratoria justa”.

Gutiérrez, y otros dirigentes del paro basaron sus predicciones de éxito en el amplio respaldo que dicen les han expresado organizaciones pro inmigrantes de todas las latitudes en Estados Unidos.

Este dirigente informó de que el paro no ha sido cancelado a pesar de las “diferencias de opiniones” sobre esta actividad con otras alianzas estadounidenses que no lo apoyan, pero que tampoco lo rechazan.

La coalición convocante ha pedido a los inmigrantes de todas las nacionalidades en Estados Unidos, que el 1 de mayo -”Día Internacional del Trabajo” en la mayoría de países, menos en EEUU donde se celebra en septiembre-, no acudan a su trabajo, no compren ni vendan nada y que los estudiantes no asistan a clase.

Los grupos que no respaldan esta huelga también han invitado a los inmigrantes a expresar sus anhelos de una reforma más humanitaria con actos de acción cívica, especialmente en la capital de Estados Unidos.

La Coalición de Inmigrantes del Area de Washington ha pedido que el lunes próximo “todo el mundo” participe en la promoción de la inscripción para el voto y la naturalización y en la recolección de firmas para enviar al Congreso en favor de una ley migratoria justa.

Contrario a lo indicado por los organizadores del boicot, esta alianza quiere que los inmigrantes lleven a cabo sus actos públicos pacíficos después de cumplir su jornada de trabajo.

Mientras tanto, Fabian Nuñez, presidente demócrata de la Asamblea Estatal de California, pidió hoy más acción y menos palabras en el debate migratorio del Congreso, en un mensaje a la nación en respuesta al habitual discurso radiofónico sabatino del presidente George W. Bush.

Núñez destacó que EEUU necesita una acción urgente en este tema, y señaló que el líder de la mayoría republicana del Senado, Bill Frist, debe enfrentar al ala derecha de su partido y unirse a los demócratas para aprobar un proyecto migratorio justo.

Frist había declarado el viernes, que, junto con los demócratas, ha alcanzado progresos para un acuerdo migratorio, y también para la armonización de la ley aprobada a fines del 2005 por la Cámara Baja con la que reciba el visto bueno del Senado.

Demócratas y republicanos está enzarzados en una batalla de acusaciones mutuas sobre los obstáculos a la aprobación de la reforma migratoria propuesta por Bush en enero del 2004.

El presidente de EEUU insistió esta semana ante el Congreso, sobre lo imperativo de una reforma migratoria amplia que incluya un programa de trabajadores temporales y caminos para la legalización de los millones de inmigrantes indocumentados que se calcula que viven en este país.

El gobierno y grupos privados calculan que en EEUU residen unos doce millones de extranjeros “sin papeles” migratorios.

Bush, que esta semana se reunió con los líderes demócratas y republicanos del Senado para buscar una solución al tema migratorio, también dijo que tiene claro que la deportación de los indocumentados no es una solución realista.