Dajabón.-Ante la negativa del Gobierno haitiano de eliminar la prohibición de importar veintitrés productos procedentes de la República Dominicana por vía terrestre, los comerciantes de Dajabón continuaron ayer con la paralización de las actividades comerciales, por lo que el mercado binacional, que se realiza lunes y viernes, estuvo cerrado.

Los comerciantes, además, han endurecido sus protestas impidiendo desde el domingo la entrada al país a todas personas procedentes de Haití, incluyendo aquellas que tienen sus documentos, quienes ayer se quedaron varadas en las instalaciones locales de la Dirección General de Migración.

En represalia, grupos haitianos apostados alrededor del puente fronterizo sobre el río Masacre amenazaron con agredir a quienes intenten cruzar a su país, procedentes de la República Dominicana, lo que ha subido las tensiones que se iniciaron el 1 de este mes, sin que haya habido ningún acercamiento entre las autoridades haitianas y dominicanas.

Es con las autoridades. Los mercaderes dominicanos aclararon que los haitianos deben entender que no se trata de una medida en su contra, ya que lo que se quiere es llamar la atención a las autoridades de ambos países para que busquen una solución al conflicto que generó la prohibición de entrada al vecino país de 23 productos dominicanos.

Freddy Morillo, presidente de la Federación de Comerciantes Unidos de Dajabón, expresó que el Gobierno de Haití está jugando con el sustento de miles de haitianos, quienes se abastecen de los productos dominicanos en las ciudades fronterizas, ya que Haití no produce nada.

“Esta medida del Gobierno haitiano a quienes más ha afectado es a sus mismos ciudadanos, que son los que vienen a nuestro territorio a abastecerse de nuestros productos. Las autoridades haitianas lo que quieren es quitarle el sustento a esos haitianos pobres para darle el gran negocio a dos familias de ricos”, afirmó Morillo.

Ayer se cumplieron cinco días de paro, de los cuales, dos (viernes y lunes) son de intercambio comercial. El dirigente comercial Abigail Bueno estima que las pérdidas superan los RD$100 millones de pesos.