Johannesburgo.- Al menos 253 personas han muerto en el este de Sudáfrica debido a las graves inundaciones que se están dando a consecuencia de las lluvias torrenciales en la región, adonde se ha desplazado hoy el presidente del país, Cyril Ramaphosa, para visitar a los afectados.
La región más golpeada es la oriental provincia de KwaZulu-Natal. Es donde el agua ha anegado viviendas y dejado incomunicados a muchos ciudadanos, sin electricidad y sin agua corriente.
“La mayor preocupación es la cantidad de cuerpos que estamos encontrando (…). Hasta entrada esta pasada noche habíamos recibido 253 cuerpos en nuestras morgues”. Indicó Nomagugu Simelane, consejera de Salud de esta provincia sudafricana, en declaraciones realizadas este miércoles a la cadena televisiva Enca.
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Los lugares con más inundaciones
Los mayores estragos se registran en el área metropolitana de Durban. Es la urbe más poblada de KwaZulu-Natal y la tercera más grande de Sudáfrica.
El puerto de esa ciudad costera, que es el mayor núcleo de transporte marítimo de carga de todo el continente africano, tuvo que suspender sus operaciones y muchas de las carreteras de la región permanecen intransitables. Por eso, desde primera hora de la mañana, el presidente del país se encuentra sobre el terreno visitando las comunidades afectadas.
“Esta situación nos pide que nos unamos como nación y ofrezcamos asistencia a aquellos que necesitan desesperadamente nuestro apoyo y cuidados”. Señaló anoche el mandatario en un comunicado.
Las lluvias comenzaron durante el fin de semana y empeoraron este lunes. En la jornada de hoy, se siguen registrando precipitaciones y se espera que las lluvias se prolonguen durante toda la Semana Santa.
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Los daños materiales son muy extensos y ascenderán a pérdidas millonarias. Según anticipó hoy el jefe de gobierno de KwaZulu-Natal, Sihle Zikalala. Por lo que la provincia espera que el Gobierno central declare pronto el “estado de desastre” en la zona.
Asimismo, se han desplegado efectivos militares para tratar de asistir a la población. Y contingentes adicionales de policía para evitar que el caos generado por las inundaciones degenere en saqueos y criminalidad. En 2019 esta región también experimentó lluvias torrenciales con inundaciones que dejaron unos 80 muertos en esta misma época.