Haití se enfrenta a un aumento de los casos de COVID-19, y el gobierno se esfuerza por convencer a la población de que se vacune, según declaró el martes el ministro de Salud del país a The Associated Press.
La nación caribeña, con 11 millones de habitantes, ha registrado más de 28,500 casos confirmados y 780 muertes por COVID, aunque los expertos creen que las cifras están por debajo de la realidad debido a la falta generalizada de pruebas diagnósticas.
Según la Organización Mundial de la Salud, se han administrado más de 204,900 dosis de vacunas contra COVID en Haití, pero el gobierno local señala que sólo unas 75,500 personas han recibido dos dosis, y que aún no se han aplicado refuerzos. “Lamentablemente, la población no mostró ningún entusiasmo».
Vivimos en un país de incrédulos”, dijo Lauré Adrien, director del Ministerio de Salud de Haití. “La campaña de vacunación avanza con lentitud”.
“Lamentablemente, la población no mostró ningún entusiasmo… Vivimos en un país de incrédulos”, dijo Lauré Adrien, director general del Ministerio de Salud de Haití. “La campaña de vacunación avanza con lentitud, no con el ritmo deseado”.
Dijo que otro problema es que algunos centros de salud no tienen vacunas, mientras que otros tienen un excedente que no se utiliza.
“Nos esforzamos por gestionar mejor la demanda y garantizar que el inventario se utilice de forma eficiente y equitativa”, dijo.
Hasta mediados de julio del año pasado, Haití era el único país de América que no había recibido ni una sola dosis de vacuna.
Adrien declaró que cree que la variante ómicron está presente, pero que no puede proporcionar ninguna prueba porque Haití no dispone de los laboratorios ni de los recursos necesarios para llevar a cabo ese tipo de análisis.
En cambio, dijo, el gobierno se ve obligado a enviar un pequeño grupo de muestras a Brasil para analizar la variante y que el proceso tarda mucho.
Añadió que las muestras tomadas a las personas que se creía que estaban infectadas en diciembre y enero todavía se están procesando.