Aumentan críticas contra Bush por violencia iraquí

Aumentan críticas contra Bush por violencia iraquí

WASHINGTON (EFE).- La oposición demócrata intensificó ayer, domingo, sus ataques contra el Gobierno del presidente de EEUU, George W. Bush, por la continuación de la violencia en Irak y la reaparición de Al Qaida con sus atentados en Estambul.

Los continuos ataques en suelo iraquí, donde ayer murieron otros seis soldados estadounidenses (tres de ellos en ataques), y los graves atentados de Turquía -con 55 muertos en los últimos ocho días- que muestran que Al Qaida sigue viva y en activo, han agravado aún más el flanco débil de Bush.

«Estamos entrando en un momento de una crisis enorme», afirmó el general retirado Wesley Clark, uno de los aspirantes a la candidatura demócrata a la elección presidencial.

Clark, en una entrevista con la cadena de televisión CBS, recalcó que, al incremento de la violencia en Irak se une el hecho de que «Al Qaida no ha sido liquidada».

«No hemos acabado de forma eficaz con los restos de Al Qaida», añadió Clark, quien señaló los atentados de Estambul de esta semana y el aumento de los enfrentamientos en Afganistán en las últimas semanas -que han pasado un poco desapercibidos por la violencia en Irak-.

Clark, quien como ex jefe militar tiene conocimiento para criticar al Gobierno desde el lado de la seguridad, añadió que EEUU ni siquiera sabe de Al Qaida «cómo se están comunicando ahora. Simplemente asumimos que, como no estamos recogiendo emisiones electrónicas, Osama bin Laden es menos relevante. Creo que es una idea peligrosa».

Otros seis soldados estadounidenses murieron hoy en Irak, dos de ellos en Mosul, según testigos presenciales, aunque sin confirmación oficial.

Otro militar murió en la explosión de un artefacto al norte de Bagdad y tres más en accidentes no relacionados con la violencia.

Los demócratas argumentaron, ya desde antes de la invasión de Irak del 20 de marzo pasado, que una guerra en ese país desviaría recursos y medios de la guerra contra el terrorismo y la lucha contra Al Qaida, organización que había sido prácticamente eliminada de su santuario en Afganistán.

Por su parte, el senador demócrata Joseph Biden señaló que Irak es cada vez «menos seguro» dada la extensión de la insurgencia contra la ocupación de las tropas de la coalición dirigida por Estados Unidos.

Debido al incremento de la violencia, la Casa Blanca ha cambiado de planes para acelerar la devolución del poder político en Irak a un Gobierno iraquí a mediados del próximo año.

Sin embargo, Biden dijo, en declaraciones a la cadena Fox, que «la capacidad de trabajar hacia un Gobierno en Irak depende directamente de la seguridad, y la seguridad no existe ahora».

Para ello, pidió que el Pentágono aumente el número de soldados en Irak, actualmente unos 130.000, y que el Gobierno prevé reducir paulatinamente a unos 100.000 para mayo próximo.

Biden, el principal miembro demócrata en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, señaló que además en Irak es necesario un nuevo tipo de despliegue militar, con más fuerzas especiales y unidades especializadas en la lucha contra insurgentes.

Mientras la economía estadounidense parece que está repuntando, aunque ligeramente y sin una clara reducción del desempleo, la violencia en Irak y la resurgencia de Al Qaida se están convirtiendo en las principales armas de la oposición a la Casa Blanca.

Otro aspirante demócrata a la Casa Blanca, el senador Joseph Lieberman, acusó a Bush y a su Gobierno de no tener una estrategia concreta y clara para la salida de Irak.

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