En los seis primeros meses de este año ocurrieron en el país 84 homicidios más que en igual periodo del 2007.
El balance enero-junio del Instituto Nacional de Patología Forense dice específicamente que en el semestre recién concluido fueron muertas 482 personas con diversos tipos de armas, sin precisar cuáles. A junio del 2007 la cifra era 396.
En el semestre de enero a junio de este año se produjeron en el país 482 muertes por homicidios, cantidad superior a la de igual período del pasado año 2007, cuando 396 personas fallecieron por las mismas causas.
Las cifras de muertes violentas fueron dadas a conocer por el director del Instituto Nacional de Patología Forense, doctor Santos Jiménez Páez. Un informe en tal sentido fue enviado a la Fiscalía del Distrito Nacional en la persona del doctor José Manuel Hernández Peguero.
En enero de 2007 murieron por homicidios 81 personas, en febrero 65, en marzo 59, en abril 65, en mayo 76 y en junio 50 para un total de 396.
En igual período de este año 2008, murieron en enero 86, en febrero 97, en marzo 77, en abril 64, en mayo 82 y en junio 76, para totalizar 482.
El informe no precisa la cantidad de personas muertas por balas, armas blancas o por golpes contundentes. Las cifras de muertes fueron entregadas a solicitud de este diario.
Cifras superan
Las cifras por homicidios en los primeros seis meses de este año superaron en 84 a la cantidad de homicidios producidos en igual período del año 2007.
Hasta hace cierto tiempo, el Instituto Nacional de Patología Forense llevaba estadísticas de los fallecidos por balas.
Ahora, sin embargo, cesaron ese conteo o por lo menos no le dan al público las cifras y sólo se limitan a reseñarlas de manera conjunta.
Un rasgo que vale la pena destacar es la disposición del director de dicha entidad, el doctor Santos Jiménez Páez; y las empleadas que le asisten a atender el pedido de los periodistas que le visitan para requerir informaciones que son del interés público.
Estos datos pueden servir como indicador dirigido a diseñar campañas para reiterar y persuadir a la sociedad sobre los dañinos efectos de la violencia.