La Unión de Medianos y Pequeños Industriales de la Harina (UMPIH), mediante asamblea extraordinaria celebrada ayer, decidió ajustar los precios del pan a RD$3, para un aumento de RD$1, y reajustar en 50 por ciento a otros productos elaborados con harina de trigo, tales como galletas y bizcochos, a partir del próximo lunes.

Los integrantes de la entidad decidieron, además, que los productores de pan y productos afines se mantengan actualizando los costos, para tomar los correctivos y evitar la quiebra del sector.

La resolución fue firmada por Pedro Pablo Grullón y Marino de Dios, presidente y secretario de la UMPIH, respectivamente.

Originalmente, la UMPIH había advertido que el pan sería aumentado a RD$5, pero decidieron subirlo a RD$3.00 en vista de los reclamos y solicitudes hechos por comités de amas de casa, clubes, juntas de vecinos y la ciudadanía en general, de que los precios del pan no sean lesivos para la canasta familiar.

Grullón, al motivar el alza del pan, dijo que ese sector está pasando por una de las peores crisis de su historia y que existe la posibilidad del cierre de 2000 panaderías a nivel nacional, lo que pone en peligro 100,000 empleos directos y otros tantos de manera indirecta, en caso de que no subieran el costo del pan.

Asimismo, dijo que el saco de harina aumentó casi RD$500, lo que «hace imposible» seguir produciendo pan a RD$2 como hasta ahora lo han comprado los consumidores.

«En menos de seis meses, los costos operacionales de nuestras empresas se han disparado en un 300 por ciento. Todas las materias primas e insumos se han mantenido incesantemente subiendo de precio, lo que hace imposible seguir operando en esas condiciones», dijo Grullón.

Precisó que en vista de que casi la totalidad de la materia prima que se usa se compra en dólares, sería justo que el reajuste del precio del pan se haga con la misma fórmula y el mismo método con que la Secretaria de Industria y Comercio sube los combustibles cada sábado.

Dijo que además del impacto negativo de los costos de la materia prima en las panaderías, se agregan las alzas en el transporte, la seguridad social, la nueva escala de salarios y otros elementos que «asfixian» la rentabilidad en la producción del pan y limita la capacidad alternativa del sector.