Aumentan presiones EEUU por plan
de salida Irak

Aumentan presiones EEUU por plan <BR>de salida Irak

Washington (EFE).- Legisladores republicanos y demócratas pidieron hoy al Gobierno de EEUU un calendario de retirada de las tropas de Irak, mientras el presidente George W. Bush prepara una ofensiva política para frenar la impopularidad de la guerra.

«La fijación de un cronograma artificial para la retirada enviaría el mensaje equivocado a los terroristas, el pueblo de Irak, y a nuestras propias tropas», dijo el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan.

«Es importante que los terroristas sepan, con toda claridad, que nosotros nos mantendremos firmes hasta que completemos la misión», añadió.

Los legisladores, que en noviembre encaran una reelección que ya no preocupa a Bush, han acentuado sus reclamaciones de un calendario de retirada para antes de fin de año, después de que las encuestas muestran que casi el 60 por ciento de los estadounidenses se opone a la continuidad de la presencia militar en Irak.

A ello se suma el número creciente de bajas estadounidenses desde la invasión de Irak por EEUU en marzo de 2003, con el resultado de 1.715 soldados estadounidenses muertos y 12.800 heridos.

El general James Conway, director de Operaciones del Pentágono, indicó hoy en conferencia de prensa que «es muy difícil establecer un cronograma para la retirada» de tropas mientras el conflicto continúa.

«El enemigo sigue aprendiendo cómo combatirnos y sigue aprendiendo cómo hacer sus explosivos más eficaces», dijo Conway, quien señaló que EEUU se retirará de Irak «cuando las fuerzas estadounidenses e iraquíes alcancen la victoria».

«Nuestras tropas ya han hecho todo lo que se les ha exigido», dijo hoy el congresista demócrata Neil Abercrombie, autor de la moción bipartidista que estudiará el Comité de Fuerzas Armadas de la Cámara de Representantes.

«El patriotismo de los soldados, su coraje y profesionalismo han sido excelentes», añadió. «Al exigir a nuestras tropas en Irak por tiempo indeterminado les estamos pidiendo que resuelvan problemas políticos y sociales que deben resolver los propios iraquíes».

La resolución pide que antes de que finalice este año establezca los parámetros para una retirada gradual de las fuerzas en Irak -donde hay actualmente unos 140.000 soldados estadounidenses- y que esa salida comience no más allá del 1 de octubre de 2006.

Otros firmantes de la moción incluyen a los republicanos Walter Jones y Ron Paul, y a los demócratas Dennis Kucinich y Lynn Woolsey.

El representante republicano Howard Coble, que aún no ha decidido si apoyará la moción, indicó: «no quisiera que nos pasemos una eternidad en Irak».

Bush se reunirá con el primer ministro iraquí, Ibrahim al-Yafari, la semana próxima en la Casa Blanca, en un intento del Gobierno de recuperar la iniciativa sobre Irak en EEUU.

El portavoz McClellan dijo que, en los próximos días, Bush «enfocará su mensaje sobre Irak, porque es importante que los estadounidenses estén informados de los progresos que hacemos en Irak, las dificultades y peligros que persisten, y nuestra estrategia para el éxito y para traer a las tropas a casa».

El congresista demócrata John Conyers tiene previsto entregar hoy en la Casa Blanca una carta para Bush firmada por casi medio centenar de miembros del Congreso y ciudadanos en la que se reclama una respuesta a la divulgación del llamado «memorando de Downing Street».

Este es un documento del Gobierno del Reino Unido, fechado el 23 de julio de 2002 -casi un año antes de la invasión de Irak- y que indica que el Gobierno de Bush ya había decidido entonces que emprendería una acción militar contra el régimen de Sadam Husein.

El documento, divulgado el mes pasado en Londres, sugiere que el Gobierno de Washington había comenzado a «acomodar los informes de inteligencia» para justificar la guerra y que en Washington «poco se habla sobre qué ocurriría después de la acción militar».

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