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BOGOTA (AFP).- Las medidas de seguridad en las principales ciudades de Colombia fueron reforzadas ayer, ante la posibilidad de que la guerrilla de las FARC aumente su escalada de ataques previa a la ceremonia en que el presidente Alvaro Uribe asumirá el lunes un segundo periodo consecutivo.
El ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, dijo este miércoles que las fuerzas militares y la policía han extremado las medidas de prevención en todo el país, pero especialmente en Bogotá.
Esto hace parte de las medidas de seguridad para la posesión presidencial del 7 de agosto. Sabemos que hay la intención de las FARC de hacer el mayor ruido posible, indicó Santos, admitiendo que es posible que los guerrilleros intenten nuevos atentados.
El ministro de defensa indicó que el propósito de las FARC es desprestigiar la política de seguridad de Uribe, que ha hecho énfasis en la derrota militar de los rebeldes y la negociación con los paramilitares de extrema derecha.
Las FARC, principal guerrilla colombiana con unos 17.000 combatientes, acusa a Uribe de adelantar en su primer cuatrenio una política de exterminio, financiada por Estados Unidos, contra la insurgencia de izquierda.
Nuestros hombres están todos en la calle trabajando, estamos realizando operaciones para brindar toda la seguridad dijo el general Jorge Daniel Castro, director general de la policía.
En Bogotá los operativos incluyen requisas aleatorias a los vehículos en las principales calles, y especialmente a los que intentan ingresar al casco histórico, donde se harán los actos del lunes.
En las montañas aledañas a la ciudad, el ejército realiza patrullajes. Se estima que 29.000 militares y policías participan en las operaciones.
El alcalde de Bogotá, el socialista Luis Eduardo Garzón, señaló que las medidas han sido concertadas con el gobierno nacional para evitar sorpresas.
En el marco de ese patrullaje, el DAS (servicio de inteligencia) descubrió este miércoles un taxi cargado con 100 kg de explosivos en el barrio de Venecia, un populoso sector comercial del sur de Bogotá.
No conocemos si la idea era accionar la carga en el mismo lugar o conducirla hacia otro sitio, dijo el jefe de prensa del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), Oscar Galvis, a la AFP.
Desde el lunes las FARC desataron una escalada de ataques que incluyó la explosión de un coche bomba al paso de una convoy del Ejército, que dejó un reciclador de cartón muerto y 18 militares heridos.
La policía aseguró que capturó en Bogotá a Ellyke Díaz, una guerrillera de las FARC que utiliza el alias de Rocío Beltrán, y de quien dijo se investiga si fue la responsable de preparar el ataque al convoy.
El lunes también muerieron 15 militares en una emboscada de las FARC en el noreste del país, y otros dos fueron abatidos en el departamento de Nariño (sur).
Otra acción dinamitera se produjo la noche del martes en la ciudad de Tuluá, departamento del Valle del Cauca, 430 km al suroeste de Colombia, cuando la explosión de un artefacto junto a un puesto policial dejó tres heridos.
Las FARC también dinamitaron torres de electricidad cerca a Cali, tercera ciudad del país (2 millones de habitantes) y capital del departamento del Valle del Cauca; y en el departamento del Putumayo, que permanece sin servicio de electricidad.
