Juan María Ramírez 
Los representantes de las principales organizaciones del transporte público de pasajeros y de carga decidirán en las próximas horas si decretan un aumento general en el pasaje y flete de carga, ante la decisión del gobierno de eliminar el subsidio al gasoil a ese sector.
Luego de una marcha que inició en la avenida Máximo Gómez y concluyó en la sede del Ministerio de Industria y Comercio (MIC) donde se reunieron con el viceministro Juan Tomás Monegro, los dirigentes choferiles se declararon en sesión permanente, prestos a un segundo encuentro con las autoridades.
Juan Hubieres, presidente de la Federación Nacional de Transporte La Nueva Opción (FENATRANO), definió como “coja” la medida del gobierno, ya que debió abarcar a todos los sectores beneficiados con subsidios, no solamente a los transportistas, quienes son los que menos reciben.
Informó que para el próximo año en el Presupuesto General del Estado hay 39 mil millones de pesos para subsidio de combustibles, mientras que para para este año había 69 mil millones, de los cuales los transportistas reciben dos mil 400 millones.
Sostuvo que el resto, más de 66 mil millones, fueron recibidos por las empresas de zonas francas, turismo, industriales, como fabricantes de varillas, cementeras, mineras, así como otros “enganchados a políticos para que estuvieran tranquilos en la campaña electoral”.
“Entonces, no es equitativo favorecer a los que muchos tienen para quitárselo a los que poco tienen, es cínica porque plantean que las causas que originaron el subsidio ya desaparecieron”, indicó.
Considera que si se aplica la lógica del ministro de Industria y Comercio, Juan Temístocles Montás, el galón de gas licuado de petróleo (GLP) debería costar hoy día 45 pesos, el galón de gasoil entre 80 y 85 pesos, mientras que la tarifa eléctrica a menos de la mitad de lo que se paga actualmente.
En cuanto a que el 50 por ciento del subsidio se les da un mal uso, Hubieres estima que lo que debe hacer Temístocles Montás es “meter preso” a quienes se dedican a esa práctica, que según dijo, son afines al gobierno. Recuerda que lleva siete años denunciando que la compañía constructora ODEBRECHT vende una buena parte del combustible subsidiado que recibe del gobierno.
De igual modo, a la carretera de Samaná, que recibe 6.5 millones de galones mensuales, sin que lo consuma; asimismo Palamara, que es Unión Fenosa, en la Vega, recibe 6.5 millones de galones de gas para generar energía barata.
De la misma manera, a Cemento Andino, Barrick Gol, Central Romana, el Estado otorga tres millones galones de gasoil todos los meses, lo mismo sucede con las empresas instaladas en la Frontera, para que produzcan en esa zona, sin embargo lo producen en el Este.
Advirtió que el propósito de Montás en confabulación con algunos sectores empresariales, es destruir a los pequeños y medianos empresarios para condicionar al gobierno a implementar su política neoliberal. Con Hubieres coincidieron Antonio Marte, de CONATRA, Alfredo Pulinario, de MOCHOTRAN, y Ricardo de Los Santos, de FENATRADO.
