Por ALEIDA PLASENCIA
Un incremento en el salario mínimo superior al índice de inflación acumulado en los últimos dos años, atentaría contra cientos de plazas de trabajo existentes en el mercado, provocando a su vez que miles de trabajadores pierdan sus empleos, dijo ayer el presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP).

En ese sentido, Lisandro Macarrulla dijo que sería una irresponsabilidad de parte de los dirigentes y representantes sindicales, así como de los propios representantes empresariales y gubernamentales, mantener posturas desmesuradas e inflexibles más allá de los esquemas prudentes que demanda el buen juicio, ya que se pondría en peligro la estabilidad de los puestos de trabajo.

Consideró que «el difícil entorno internacional y el incremento que se ha registrado en los principales renglones del costo de los sectores productivos, entre los que figuran combustibles, energía eléctrica, materias primas e intereses bancarios, han menguado significativamente los niveles de productividad y rentabilidad del sector empresarial, agobiado hoy por los desafíos que entraña la apertura de los mercados».

«En el CONEP favorecemos un aumento en el salario mínimo en la conciencia de que es justo y necesario para que el trabajador pueda restablecer su poder adquisitivo, pero es preciso resaltar que éste debe reflejar el incremento de la rentabilidad y capacidad productiva», expresó.

Al respecto dijo que hay que ser cautos, pues muchas empresas no podrían asimilar el costo de un incremento salarial por encima del nivel de inflación sin producir despidos o aumentar los precios de los bienes o servicios que producen, empeorando por vía de consecuencia el poder de compra del salario.