Si los pagos electrónicos en el país aumentaran 30% en cuatro años, el producto bruto interno (PIB) crecería en 1.1%, de acuerdo con el estudio “Evaluando el costo social del dinero en efectivo”, presentado ayer por MasterCard, empresa de tecnología líder en la industria global de pagos.

La investigación, que fue realizada este año por prestigiosos expertos, sugiere que si bien en el pasado el efectivo fue un motor para el desarrollo económico, actualmente han surgido algunos costos sociales directos e indirectos que limitan el estatus del efectivo como impulsor del progreso.

Plantea que una mayor inclusión financiera y un mayor uso del almacenamiento de valores electrónicos y los pagos electrónicos son impulsores claves del desarrollo económico y de la reducción de los costos indirectos

La investigación fue presentada por Gabriele Zuliani, Felipe Rincón y Delma Reyes, director general de MasterCard para el Caribe, vicepresidente de Política Pública y gerente general de la empresa en el país, respectivamente, en el hotel Jaragua.

Conforme el estudio, el 27.3% del PIB se encuentra en la economía informal, mientras casi el 90% de las transacciones son hechas en efectivo en el país.

Considera que la inclusión financiera es importantísima, pero esta no es sinónimo de reducción de efectivo. Puso como ejemplo que algunos profesionales prefieren el pago en efectivo, a pesar de estar bancarizados.

Las personas suelen asumir, dijo, que el uso del dinero en efectivo no tiene costo, pero lo cierto es que sí genera una gran carga para la sociedad.

Expone que existen costos directos que son fácilmente reconocibles, como lo que vale producir y transportar los billetes y monedas, pero también figuran altos costos indirectos que asumen todos los dominicanos a través del pago de los impuestos.
La exclusión de millones de dominicanos del acceso a servicios financieros es uno de los costos más importantes. Otro es la forma en que facilita la evasión tributaria con un impacto en equidad y competitividad país.

“Estamos ante una oportunidad para impulsar la integración de los pagos electrónicos”, sostuvo Zuliani.

Señala que el Caribe presenta un alto grado de variabilidad en la penetración de los productos financieros y de desafíos de inclusión financiera, pero todos tienen en común una alta dependencia del efectivo, bajo nivel de uso de pagos electrónicos y grandes economías informales.
Según el estudio, si se quiere cobrar más impuestos se debe formalizar más la

economía. Aboga por modelos tributarios más simplificados.