La propuesta del presidente de la República, Luis Abinader, del aumento salarial al renglón no sectorizado ha comenzado a provocar fricción entre los actores que deben discutir el posible incremento.

Pepe Abreu, uno de los protagonistas de la arista sindical, valoró la «puja inicial» del ejecutivo, agregando que harían una contrapuesta de un 30 por ciento.

“El que haga un propuesta de esta naturaleza, es un buen comienzo, partiendo de lo siguiente, recordemos que los empresarios cuando van al comité de salarios, nunca pasan, en su primera propuesta de un cinco por ciento, normalmente los sindicatos nos vamos por encima de los 30”, indicó.

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Al tiempo de advertir a los empresarios que componen la mesa tripartita de discusión de los salarios, no proponer porcentajes «tímidos y ridículos».

De su lado la Confederación Patronal de la República Dominicana (COPARDOM), consideró oportuno evaluar todos los factores económicos y sociales que inciden en la determinación de los salarios, incluyendo el desempeño económico, la inflación, la productividad y las expectativas de crecimiento, dejando abierta la posibilidad de responder con otra propuesta.

“Reiteramos nuestra disposición al diálogo social para alcanzar la mejor decisión para toda la sociedad”, precisó la presidenta de COPARDOM, Laura Peña, mediante un comunicado.

Qué dicen los especialistas

La propuesta del ejecutivo «genera un efecto peligroso de contagio a otros sectores» sostiene el economista, Guillermo Caram.

El catedrático precisó al periódico Hoy que, realizar un aumento de un 20% al sector no formalizado, estimula demandas salariales de los demás renglones.

«Tras este aumento vienen demandas de médicos, profesoras, agrónomos, etc, Incluso demandas de sectores que aun cuando se le haya aumentado previamente o en porcentaje menor» subrayó el especialista.

«Los aumentos salariales generalizados, aumentando por igual buenos y malos trabajadores, tienen además el injusto componente de premiar por igual a trabajadores de desempeño ineficiente con relación a lo, dejados desempeño eficiente; lo cual desestimula el buen desempeño afectados productividad y producción» agregó sobre los aspectos negativos de la medida.

Caram recomendó en ese sentido la aplicación de la siguiente política salarial:

◦ Ajustes salariales automáticos en función de la inflación: si la inflación es de 5% que el ajuste salarial sea por igual monto

◦ Los aumentos salariales propiamente dicho deberían ser dejados a las reglas del mercado, del mercado laboral, a la oferta y demanda laboral

◦ Pudiera establecerse automáticamente que el aumento salarial propiamente dicho se incremente en función del crecimiento de PBI o del incremento de la producción, productividad y beneficio de las empresas.