La violencia ha obligado a muchas ONGs a cerrar y salir, dejando a miles sin acceso a educación o atención médica
Los esfuerzos por ayudar a los haitianos a sobrevivir la violencia pandillera que azota a su país sufrieron un duro golpe con el secuestro de una enfermera estadounidense y su hija, que ayer seguían desaparecidas.
Unos 200 haitianos marcharon en la capital Puerto Príncipe para protestar por el secuestro ocurrido el jueves de Alix Dorsainvil, de Nueva Hampshire y quien trabajaba para la organización benéfica cristiana El Roi Haiti, y su hija. Alix Dorsainvil es esposa del fundador de El Roi Haiti, Sandro Dorsainvil.
Las ONG con frecuencia son las únicas instituciones en funcionamiento en las anárquicas regiones de Haití, donde la violencia ha obligado a muchas de ellas a cerrar y salir, dejando a miles de personas sin acceso a educación o atención médica. Médicos sin Fronteras anunció este mes que suspendía servicios en uno de sus hospitales.
Testigos relataron que Alix Dorsainvil estaba trabajando en la pequeña clínica cuando hombres armados irrumpieron y se la llevaron.