POR GERMAN MARTE
Hasta ahora, todo cuanto se ha hecho en Capotillo ha sido controlar a los delincuentes – algo que el barrio respalda -, pero no se ha hecho nada por enfrentar las raíces del problema, no se construye nada y todavía está incumplida la promesa de creación de empleos para jóvenes, afirmó ayer el dirigente comunitario Luis Javier.  El vocero del Consejo de Unidad Popular en Capotillo dijo que las demandas básicas del barrio no han sido tocadas.

Están pendientes “la terminación de la Escuela Proyecto Nuevo Colegio, sigue a medio construir y el gobierno ni siquiera la ha mirado, y esta es una de las demandas principales”, indicó.

Aunque no pudo precisar la cantidad de dinero que se precisa para terminar la obra, el dirigente barrial aseguró que no se gastaría más que lo que valen las motocicletas Harley Davidson que patrullan en Capotillo. Añadió que tampoco se ha hecho nada en la Escuela Laboral que está frente a la Iglesia Santa Clara y que las organizaciones del barrio reclaman que se equipe y se establezca un patronato para dirigirlo.

Advirtió que en cambio, el gobierno pretende entregar el centro laboral a la Iglesia Católica, excluyendo a las organizaciones del sector.

Asimismo, dijo, el gobierno no ha creado la unidad de pediatría en el hospital Francisco Moscoso Puello, como le solicitaron las madres del Capotillo, quienes alegan que cuando llevan sus hijos a la emergencia las remiten al Robert Reid Cabral, sin importar que sea de madrugada, porque en ese centro no hay una sala de pediatría.

PURA RETÓRICA

En materia de empleos el plan del gobierno se ha quedado en promesa, “de empleos, nada. Retórica, que se va a hacer una ‘incubadora’. Aquí no se ha creado ni un solo empleo desde que se inició el Plan el sábado 20 de agosto, cuando vino el presidente Leonel Fernández”.

Desde entonces, insistió, en Capotillo “no han nombrado a nadie, a nadie. Talvez a algún miembro de un (comité) intermedio (del oficialista Partido de la Liberación Dominicana –PLD-), pero no creo tampoco. Aquí no han nombrado a nadie”.

Javier, quien también es el coordinador del Instituto Dominicano para el Desarrollo Integral (IDDI) en la zona norte, entiende que de ese modo no se combate la delincuencia.

Sostuvo que una de las razones para que en Capotillo haya tantos delincuentes es que los jóvenes quieren hacer otra cosa diferente a vender drogas o robar, “pero hay algunos muchachos que dicen: ‘yo quiero un trabajo’. Salen del asunto de las drogas y se pasan dos y tres meses dando vueltas tratando de conseguir algo y después que se ven pasando hambre vuelven a hacer los mandaditos (cargar drogas), y ese problema está ahí. No ha sido resuelto”.

La delincuencia está controlada, indicó, por la amplia presencia militar que hay en el barrio, pero las raíces del problema siguen igual que antes.

Explicó que además de que no se ha creado un solo empleo, tampoco se han construido las canchas deportivas como se prometió. “Aquí no han construido nada. No han pegado un bloque. Aparte del ayuntamiento que está construyendo un arco en una de las entradas del barrio, no se ha hecho nada, excepto una arena que tienen ahí para la reconstrucción del destacamento policial”.

Indicó que el pasado domingo la secretaría de Cultura hizo una actividad y anunció “un plan piloto para el área cultural y unos cursos que todavía no han comenzado. Aparte de eso no se ha hecho nada concreto”.

Mientras, el Programa para la Reducción de Apagones (PRA) está haciendo un levantamiento y un estudio socio-económico para determinar quiénes en Capotillo pueden pagar la electricidad, “pero tienen que mandarla primero”, dijo Javier.