París.- La escolarización de las niñas en el mundo ha vivido “un progreso sustancial” desde 2015, según la Unesco, con 50 millones más en este período, aunque todavía hay 122 millones que no tienen acceso a una educación básica, sobre todo en el África subsahariana.
En esa región, la proporción de niñas que van a la escuela sigue siendo muy inferior a la de niños y además es allí donde están más de la mitad de los niños del mundo sin escolarizar, subraya este martes la Unesco en un informe.
Con ocasión del Día Internacional de la Niña, los autores de su Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo (GEM) también señalan que en Afganistán “la exclusión masiva de las niñas de la educación” significa que un 60 % no asisten a la escuela primaria (frente a un 46 % de los niños) y el 74 % a la secundaria (en comparación con el 50 %).
A nivel global, los avances en el acceso a la educación de la población femenina se ha traducido en que con respecto a 2015 ahora hay 22,5 millones de niñas más en la escuela primaria, 14,6 millones en la secundaria inferior y 13 millones en la secundaria superior.
En ese periodo, el porcentaje de niñas que han finalizado la educación primaria ha subido del 86 % al 89 %; del 74 % al 79 % en la secundaria inferior y del 54 % al 61 % en la secundaria superior.
En resumen, cada año hay cinco millones más de niñas que en 2015 que completan cada uno de esos tres niveles de formación.
La Unesco celebra este progreso, pero pide “duplicar los esfuerzos” de aquí a 2030 para lograr una escolarización completa en ese horizonte y reclama a los gobiernos inversiones urgentes en las áreas que considera fundamentales para conseguirlo.
En particular para ofrecer a las niñas marginadas una educación segura, gratuita y de calidad; recopilar, analizar y utilizar datos desagregados por sexo y cruzar las estadísticas entre género y otras características para la formulación de políticas específicas.
También para crear marcos legales sensibles al género, materiales de enseñanza y aprendizaje con enfoque de género, que garanticen una representación igualitaria de mujeres y niñas en el currículo y los libros de texto con material libre de prejuicios, de estereotipos y normas de género.