¿Aún no ha cambiado la habitación de los niños?

¿Aún no ha cambiado la habitación de los niños?

EFE.  Reportaje. Los niños han regresado a la escuela. Los libros se acumulan en los estantes. La habitación es su refugio y quizá necesita un cambio para adaptarse a sus nuevas necesidades.

Poco a poco, las necesidades de los niños y adolescentes de la casa cambian. Hay que darse cuenta a tiempo para que su lugar de estudio y de reposo, el ‘refugio’ en el que reciben a sus amigos se adapte a sus necesidades, que van cambiando con la edad.

Cree, ante todo, una ambiente cálido y confortable que invite a entrar en él y en el que su hijo encuentre un espacio propio e íntimo en el que también pueda compartir momentos con sus amigos. Usted mismo lo agradecerá cuando le llene la casa de compañeros.

Lo que empezó siendo una habitación con espacio para juegos y juguetes hay que habilitarlo para que, sin renunciar a que siga siendo un espacio de ocio, haya también lugar para estanterías con libros, recipientes o estantes  donde ordenar juguetes y un lugar para la computadora  que ayuden al estudio.

Incluso aunque su hijo sea aún pequeño, nunca está de más incorporar a su habitación una mesa. Él se irá habituando a estar sentado mientras realiza distintas actividades como si se tratara de una labor que requiere una concentración extrema, como cuando pinta o elabora un puzzle.

Colores
Las paredes son tan importantes como cualquier otro detalle. Observe con atención y compruebe si ese papel vinílico que colocó cuando su hijo o hija era bebé,  continúa acompañando a su edad, si lo duda, es que ha llegado el momento de cambiarlo.

Los dibujos quedan descartados ya desde la etapa preadolescente, pero no olvide que una habitación con color aporta dinamismo y actualidad.

Opte por una pintura que combine con los textiles y sobre todo con los muebles, si su deseo es que las puertas incorporen algún tono extra al color de la madera. La firma Ikea es un mago del color y Pottery Barn le ayudará con la ropa de cama.

Si la habitación no es muy grande amplíe huecos gracias a la colocación de estanterías superiores adheridas a la parte superior de la pared, tipo puente,  para enlazar con un armario o estante vertical. En ellas podrá acoplar libros de lectura, diccionarios y todo tipo de material para complementar el estudio. Ese tipo de estanterías suelen acoplar la cama bajo ellas,  de forma que los metros se aprovechan al máximo debajo de ellas.

Cama extra
La mesa es ya un elemento imprescindible de la decoración y lo ideal para que sea cómoda y útil es que tenga un mínimo de 50-60 centímetros de profundidad y 100 centímetros de largo. Si el espacio no se lo permite, elija una mesa tipo balda o acóplela en forma de ‘L’ a la esquina de la habitación.

Si se trata de una habitación compartida entre hermanos, no olvide distribuir el espacio equitativamente, de esa manera conseguirá también que el dormitorio quede equilibrado.

No pierda la ocasión de tener un contacto directo con los amigos de su hijo. Habilite un espacio para que, en caso de necesidad, uno de sus compañeros se pueda quedar en casa.

Algunas camas incorporan bajo ellas las denominadas “cama nido”, una cama extra para situaciones de emergencia.  Otra de las opciones es incorporar un mini sillón de doble uso, en caso de necesidad se transforma en cama y, si no, contribuye a incorporar un asiento más.

Las claves

1. Espacio para todo

Lo que empezó siendo una habitación con espacio para juegos y juguetes hay que habilitarlo para que, sin renunciar a que siga como un espacio de ocio, haya también lugar para estanterías con libros.

2. Dinamismo en las paredes

Los dibujos en la pared quedan descartados ya desde la etapa preadolescente, pero no olvide que una habitación con color aporta dinamismo y actualidad.

3.  El rincón del amigo

No pierda la ocasión de tener un contacto directo con los amigos de su hijo. Habilite un espacio para que, en caso de necesidad, uno de sus compañeros se pueda quedar en casa, que un día más que otro puede suceder.

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