Hoy 
CIUDAD DEL VATICANO, Feb 15 (AFP) – La presencia del Papa Juan Pablo II en la misa del sábado en la basílica de San Pedro al término de la semana de retiros espirituales no ha sido confirmada oficialmente por el Vaticano.
Según el boletín que divulga la Santa Sede, la misa será concelebrada por cardenales, arzobispos, obispos y sacerdotes, pero no precisa si será presidida por el pontífice.
La homilía será pronunciada por el obispo de Novara (norte de Italia), monseñor Renato Corti, encargado este año de las prédicas ante los miembros de la Curia Romana que cumplen la tradicional semana de ayuno y reflexión por la Cuaresma.
El programa oficial difundido por el Vaticano antes de que Juan Pablo II fuera hospitalizado el 1 de febrero por diez días, tras una grave crisis respiratoria, preveía la presencia del pontífice en la liturgia del sábado.
Pero dada la precaria salud del Papa, de 84 años y muy deteriorado por la enfermedad de Parkinson, el Vaticano resolvió adecuar el programa a sus condiciones físicas y decide sólo a último momento si puede asistir a las celebraciones, en general largas y extenuantes para un anciano enfermo.
El domingo pasado, Juan Pablo II se asomó a la ventana de su apartamento en el Vaticano y dirigió unas pocas palabras a los fieles presentes en la Plaza de San Pedro, aunque aparecía aún debilitado por las complicaciones de una gripe.
Pese a estar convaleciente, el Papa asiste dentro del Vaticano a los ejercicios espirituales de Cuaresma, mientras todas las audiencias públicas, inclusive la del miércoles, fueron suspendidas.
Los ejercicios espirituales se llevan a cabo en la capilla Redemtoris Mater dentro del palacio apostólico y según la oficina de prensa de la Santa Sede el Papa asiste a las sesiones.
El tema principal de las meditaciones de este año es el misterio de la eucaristía.
«Se hablará del misterio de la eucaristía teniendo en cuenta lo que los Padres de la Iglesia han dicho, con palabras tan fuertes, como que el cuerpo y la sangre de Cristo, presentes en el sacramento de la eucaristía, son la síntesis viviente de toda la historia de la salvación», explicó monseñor Corti a la Radio Vaticana.
El prelado analizó también la propuesta del Papa de dedicar este año a ese sacramento y «las sombras» registradas en algunas regiones del mundo como el abandono de la práctica e inclusive el significado reductivo que algunos católicos le dan, aseguró.
«El tema de la ausencia de los jóvenes y adolescentes en las asambleas parroquiales y el riesgo de banalización de la eucaristía, sobre todo en los matrimonios y funerales, durante los cuales parece que la gente comulga sólo por educación, será expuesto a obispos y sacerdotes», comentó el religioso.
