Aunque la inflación repunta continuarán los estímulos

Aunque la inflación repunta continuarán los estímulos

Ramón Núñez Ramírez

La pasada semana el Banco Central ofreció los datos de la inflación para el mes de agosto bajo el sugestivo título: “Inflación interanual general en agosto 2023 fue de 4.27% y subyacente de 4.82%, situándose ambas dentro del rango meta de 4.0%±1,0%” , sin embargo, la inflación anualizada en agosto fue mayor a la de julio(3.95%) y además la inflación mensual de agosto ascendente a 0.52% fue la más alta del año con excepción de enero(0.63%) y están dadas las condiciones para un repunte de la inflación pues la situación externa es propicia, con el aumento de los precios del petróleo y otros insumos, e internamente porque la Autoridad Monetaria se siente cómoda con esos resultados como para continuar con los esteroides, perdón los estímulos monetarios.

El ciudadano común que no sabe, ni tiene que saber sobre el rango meta de la inflación, lo que percibe es el continuo aumento de los precios y si nos vamos a los anualizados al mes de agosto, los alimentos aumentaron 8.15%, casi el doble del famoso rango meta, y en una serie de bienes de la canasta básica tenemos que el arroz aumentó 6.12%, los spaghettis 7.17%, la leche en polvo 7,31%, el plátano verde 26.6%, la yuca 18.8%, la papa 38.7% y el azúcar 21%, para solo citar algunos.

La inflación no está controlada y para citar un ejemplo, en los EEUU, la anualizada al mes de agosto ascendió a 3.7%, el mayor aumento en los últimos 14 meses y el segundo consecutivo, por ello la Reserva Federal (FED) seguirá aumentado los tipos de interés, aunque es posible en la reunión de este mes haga una pausa.

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Con un crecimiento a julio de 1.4%, sería necesario un crecimiento promedio de 5.2% en los meses restantes para llegar al estimado de 3.0% del Ministerio de Economía, sin embargo, el Banco Central parece estar dispuesto a usar todo su arsenal monetario para llegar a ese estimado.

Un informe reciente de J.P Morgan, el banco más grande de los EEUU e intermediario en la colocación de nuestros bonos soberanos, estimó que la tasa de política monetaria del país podía reducirse a 6.5%, estrechándose el gap con la tasa de la FED. Eso haría muy atractivo a jugadores sofisticados trasladarse a instrumentos financieros en EEUU, como bonos del Tesoro, libre del riesgo-país, lo cual equivale a fuga de capitales y problemas cambiarios.

También el BC central está listo para inyectar alrededor de RD$40 mil millones adicionales en Facilidades de Liquidez Rápida dirigida a la construcción (que sigue en rojo a pesar de que desde enero se liberaron 21 mil millones del encaje legal), manufactura y agro.

Los estímulos excesivos durante la pandemia aportaron fuelle a una inflación importada, que no fue mayor por el frizado de los precios de los combustibles; el giro de 180 grados a una política restrictiva para frenar la inflación provocó la desaceleración económica, ahora, con una política expansiva desde el primero de junio la tasa activa promedio ponderada apenas se ha reducido en 0.78 puntos porcentuales y la pasiva en 2.52 pp y a pesar de los riesgos inflacionarios parece seguirán pisando el acelerador para estimular un crecimiento imposible de alcanzar.

Una economía no puede someterse sucesivamente a estos cambios en la postura de la política monetaria porque provocan stress y erosiona la confianza de los agentes económicos.