“Aunque no estudié nunca historia siempre me ha fascinado”

“Aunque no estudié nunca historia siempre me ha fascinado”

Arte preparado por los diseñadores del Archivo General de la Nación

A propósito de la dedicatoria de la Octava Feria del Libro de Historia Dominicana que le hace el Archivo General de la Nación, HOY ha querido acercarse a Bernardo Vega para escuchar sus pareceres sobre su inspiración y trabajo como historiador. Bernardo es un prestigioso economista que llegó a ser Gobernador del Banco Central pero que con el tiempo ha devenido en uno de los principales historiadores del país. A continuación las preguntas y las respuestas del entrevistado:
1.- ¿Bernardo, en qué momento tomaste la decisión de dedicarte a la investigación y publicación de temas históricos?
En 1977 fui nombrado director del Museo del Hombre Dominicano y desde allí publiqué algunos libros sobre nuestra prehistoria, es decir, sobre los taínos. Luego, alrededor de 1980, comencé a preparar un libro sobre los documentos de los archivos norteamericanos sobre nuestro país correspondientes al año 1945 y que salió publicado a principios de 1982. Sin embargo, esa labor se vio interrumpida al ser nombrado gobernador del Banco Central.
2.- Todos te conocimos primero como economista, por cierto un economista muy respetado que llegaste a ser Gobernador del Banco Central de la República. ¿La vocación de historiador, qué hizo del economista?
Como economista siempre quise conocer la historia. Cuando estudié economía en la Universidad de Pensilvania (Wharton) estaban muy de moda las ideas de John Maynard Keynes y me impresionó mucho su definición de economista y que siempre he guardado. Dice así: “Posee una rara combinación de atributos… debe ser matemático, historiador, estadista y filósofo en cierto grado. Tiene que entender símbolos, pero hablar en parábolas. Debe contemplar lo particular en términos de lo general y estudiar el presente a la luz del pasado para los fines del futuro. Debe ser distante e incorruptible como un artista aunque, a veces, tan cercano a la tierra como un político”.
3.- Tú has publicado libros de economía, de arqueología y una novela, pero la mayor cantidad de tus libros son de historia. ¿Quiere esto decir que tienes una mayor fascinación por la historia que por las otras disciplinas que has ejercido?
Terminé de estudiar economía en 1959 y no he vuelto al aula. La economía es una ciencia en constante transformación por lo que se me hace difícil escribir sobre economía al estar atrasado en esa ciencia. Por eso dejé la cátedra a los seis años de haberme graduado. Aunque no estudié nunca historia siempre me ha fascinado, sobre todo por la cantidad de información que he logrado y que es desconocida.
4.- ¿Por qué Trujillo es el tema central de tus investigaciones y publicaciones sobre cuestiones históricas?
Me eduqué en un colegio de Benedictinos en una abadía inglesa y allí me decían que durante la Edad Media el único sitio donde se llevaban registros de lo que estaba pasando era en las abadías y monasterios. Durante la Era de Trujillo ocurrió algo parecido pues los únicos reportes diarios, o casi diarios sobre lo que realmente ocurría, salían de las embajadas extranjeras acreditadas en Santo Domingo y, sobre todo, la norteamericana. Por eso opté por pasar horas en los archivos en Washington sacando esa información para divulgar cosas que se desconocían. Como dijo Rafael Herrera sobre mis libros: “Bernardo Vega, hombre del Renacimiento por su variada aptitud… está mostrando la historia dominicana de esta época vista desde el revés y en la intimidad”.
5.- ¿No será alguna fascinación personal por el Jefe?
No tengo ninguna fascinación con el Benefactor. Mis dos hermanos fueron apresados y torturados por el régimen y eso ya es suficiente. Devine anti trujillista al leer 1984 de George Orwell pues me di cuenta que ese era mi país.
6.- ¿De todos tus libros sobre el régimen de Trujillo y sus años de poder, cuál es el que te produce mayor satisfacción personal?
Los cuatro volúmenes sobre Trujillo y Haití son los que me han dado mayor satisfacción. El primero trata sobre las relaciones entre 1930 y la matanza de 1937; el segundo sobre las negociaciones vinculadas a la matanza y que se realizaron en Washington, Puerto Príncipe y Ciudad Trujillo; el tercero sobre la gran enemistad entre Trujillo y el presidente Lescot y como durante esos años (1941/46) Trujillo ordenó, por primera y única vez, que se criticara al pueblo haitiano como lo hicieron los escritos de Peña Batlle, Balaguer y Sánchez y Sánchez. Ni antes ni después autorizó ese tipo de críticas. Esos trabajos de los intelectuales dominicanos deben verse a la luz del odio de Trujillo contra su antiguo protegido, el presidente Lescot y como su forma de atacarlo, lo que no entiende la mayoría de los dominicanos, ni tampoco los académicos extranjeros que tratan ese tema. El cuarto volumen tiene que ver con el régimen de Estimé y los fallidos esfuerzos de Trujillo por desestabilizarlo a través de la violencia.

7.- ¿Y cuál de estos libros cuál es el que te ha sido más difícil investigar y preparar para publicarlo? ¿Por qué?

El más difícil ha sido el de Bosch y Kennedy. Primero, porque no fue sino hasta recientemente que los archivos del propio presidente Kennedy fueron abiertos y es por eso es que he tenido que publicar un “Addendum” a ese libro para incluir información tan importante sobre las últimas horas del gobierno de Bosch. Por otro lado, la propaganda pro Bosch de sus seguidores tratando de dar una versión diferente sobre lo que realmente ocurrió, hace difícil que se acepte lo que dicen los documentos que he publicado.

8.- ¿Otros libros sobre Trujillo en el tintero?

Terminé la investigación sobre Trujillo, pero como mis 32 libros sobre ese régimen tienen mucha documentación y son tan largos, por ejemplo, Trujillo y Haití son más de 800 páginas, he pensado publicar resúmenes de las obras para hacerlas más viables para los inexpertos.

9.- ¿O estás trabajando en otros temas?

Estoy en el proceso de terminar un libro sobre las reñidas elecciones de 1994 entre Peña Gómez y Balaguer y que coincidieron con la decisión internacional de un embargo comercial a Haití para lograr que los militares aceptasen el retorno de Aristide. Balaguer al principio no selló la frontera para cumplir con el embargo dejando a los norteamericanos con el dilema de si insistir en nuevas elecciones, parciales o totales por haber sido fraudulentas las anteriores, o hacerse de la vista gorda para lograr que Balaguer cumpliera con el embargo.

10.- El Archivo General de la Nación te ha dedicado su Octava Feria del Libro de Historia Dominicana. ¿Qué sentimientos genera en ti esta dedicatoria?

Junto con el premio que recibí recientemente de la Asociación de Estudios del Caribe por un libro que fue considerado como la mejor obra de historia del Caribe del 2020, esta dedicatoria del Archivo General de la Nación me llena de gran satisfacción, al tiempo que quiero expresar públicamente mi agradecimiento a Roberto Cassá y a sus colaboradores por haber tomado esa decisión.

11.- ¿Cuando decidiste dedicarte a la investigación histórica, pensaste en algún historiador dominicano o extranjero como modelo?

Definitivamente pensé en Emilio Rodríguez Demorizi, quien, al igual que yo, trabajó en base a documentos y quien escribió 100 libros de historia. Era y es el ejemplo a seguir. En cuanto a extranjeros, Paul Preston, el inglés que ha escrito los mejores libros sobre la guerra civil española. Lo he tratado de seguir como modelo por la amplitud de su investigación y erudición.

12.- Muchas gracias.

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