Aura Celeste: celo, responsabilidad y razón

Aura Celeste: celo, responsabilidad y razón

Podría parecer que tan solo fue un problema de comunicación. Pero por diligencia de Aura Celeste, el Pleno  de la JCE asumirá mayor control y transparencia en ejecución del presupuesto. Claramente, la doctora Fernández no está cuestionando la integridad del doctor Castaños Guzmán, no tiene por qué hacerlo; sino que  ha pedido a éste, a los responsables de áreas administrativas, al Pleno y a todo al que le incumba, que haya mayor información y transparencia y, desde luego, mejor monitoreo, supervisión y control de los ingresos y egresos de la JCE. 

No siempre es fácil entender cuál es la idea que de administración tienen algunos de los miembros de la JCE, ya sea porque son abogados y conocen poco de administración, por ser camaleones políticos disfrazados de burócratas,  o tan solo “gentes buenas” que no quieren fricciones con nadie, ni siquiera con subalternos, a quienes están obligados  a pedirles cuenta de sus respectivas dependencias. Podrían, acaso, estar en el error de creer que, como hay una “Cámara Administrativa”, el Pleno y el Presidente tienen poco qué ver con “lo administrativo”. Esa Cámara existe solamente para organizar determinados procesos y actividades, no para administrar por su propia cuenta los recursos de ningún área.

Tampoco se comprende por qué tantas gentes probas e inteligentes, que no ignora los problemas del país y del mundo, no parecen tener criterios para incurrir, aceptar o dejar pasar una serie de gastos alegres, inconcebibles, como aquellos 50 millones en canastas navideñas y unos etcéteras de gastos y ocurrencias, como los de una publicidad dispendiosa. La muy honorable Junta tampoco parece haber caído en la cuenta de que ellos, los miembros, a diferencia de las “vidrieras promiscuas de los cambalaches”, son la vitrina pública por excelencia, puesta ahí con esmerada selección, en la que lo sano del pueblo y la sociedad civil tienen su esperanza, aunque los malos políticos, sus picardías; deseando verlos que metan la pata, como para mostrar que aquí nadie sirve.

La sociedad dominicana tiene que estar muy atenta a lo que ocurre en torno a doña Aura Celeste, quien de acuerdo a la ley, tiene el mismo rango y nivel que los presidentes de Cámaras y todos los demás miembros de la JCE; especialmente porque la enorme corrupción que hay en la administración pública, se ha agenciado voces para detractar a los que se atrevan a hacer reclamos reglamentarios, y aún los funcionarios honestos parecen enojarse cuando alguien les recuerda que ellos también tienen el deber de  asumir determinadas responsabilidades, ser transparentes y rendir cuentas. Independientemente de cuan honorables y cristianos sean.

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