POR LOYDA PEÑA
La doctora Aura Celeste Fernández dijo ayer que renunció al «incentivo especial» que reciben todos los jueces de la Junta Central Electoral (JCE) en adición a su salario, por considerarlo como un «fraude a la ley».

Asimismo, anunció que próximamente culminará el trabajo que hace en la dirección de la Escuela Nacional del Ministerio Público y como presidenta de la  Comisión Nacional de Bioética en Salud, cargos que, aseguró, desempeña de manera honorífica.

La juez titular de la Cámara Contenciosa de la JCE fue entrevistada sobre ambos temas al término del acto en que el tribunal electoral dio a conocer oficialmente el reglamento que instituye los sueldos de Estado a los Oficiales del Estado Civil y fija las tasas por los servicios que prestan eses dependencias. «Renucié al incentivo especial porque fue creado por la vieja junta precisamente para retornarle a los magistrados jueces el porcentaje que se les descuenta en el Impuesto sobre la Renta, y el 6% para el Plan de Pensiones y Jubilaciones, y yo entiendo que ese es un fraude a la ley, y como fraude a la ley, yo no me voy a prestar a recibir algo que no está conforme con lo que establece la ley», subrayó. Señaló que aunque la actual JCE le ha dado otro nuevo «concepto» a ese incentivo no lo aceptará. «Es una decisión personal que hay que respetármela, y así se lo expliqué a los magistrados y ellos lo han entendido», agregó la doctora Fernández.

Al abundar sobre sus funciones en la Escuela Nacional del Ministerio Público, dijo que renunció al cargo de directora de la misma pocos días después de haber sido designada como juez de la JCE.

Explicó que continúa como directora interina de la escuela a solicitud del presidente de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), hasta que el Consejo convoque a concurso para el cargo.

Informó que mientras tanto, está en una labor permanente a lo interno de ese organismo con el Consejo General de Procuradores que preside el doctor Jorge Subero Isa.

«Realmente estoy en muchas funciones…., el trabajo de la JCE es excesivamente profundo, necesita entrega absoluta, interfiere con lo que ago (en la ENMP y en el CNBS), pero jamás he faltado a mi deber (en la JCE), y si he logrado hasta este momento poder realizar esas labores honoríficas, es por un sentido de responsabilidad pública», afirmó.