La  doctora Aura Celeste Fernández, miembro titular de la Junta Central Electoral (JCE), insistió ayer en defender sus denuncias sobre la forma como se está ejecutando el presupuesto  de la institución y la falta de información que hay sobre el particular. Advirtió que no  renunciará.

La  doctora Aura Celeste Fernández, miembro titular de la Junta Central Electoral (JCE), insistió ayer en defender sus quejas ante el manejo del aspecto presupuestario  de la institución y dijo que no va a renunciar.

 En visita a la Procuraduría General de la República, donde dijo fue a tratar asuntos personales, Fernández afirmó que no se apandilla y que a lo único que teme es a salir de una función pública con la cabeza baja.

Expresó que se siente muy fortalecida y muy convencida de lo que ha planteado al país, “no por prepotencia sino por una credibilidad sustentada en hechos reales y en documentos auténticos”.

 Ratificó que  el proyecto de presupuesto nunca fue llevado por la comisión de Planificación Presupuestaria sino que fue llevado por las distintas instancias “sobre todo por la Cámara Administrativa, este año por la Cámara Contenciosa, la Escuela Nacional de Formación Electoral, pero nunca por la Comisión, que nunca se ha reunido ni ha supervisado la ejecución presupuestaria de la JCE conforme lo establece el reglamento”, insistió.

 Dijo que esa es su  verdad y que está dispuesta a contrastarla y demostrarla en cualquier momento.

Transparencia.  Indicó la doctora Aura Celeste  Fernández que en el país existen existen millones de personas que claman por transparencia en las instituciones y  quieren ver funcionarios que no se apandillen ni tengan miedo.

  Dijo que el precepto de que “los trapos sucios se lavan en casa” no se aplica para la JCE porque son recursos públicos de los que hay que rendir cuentas.

Las frases

La verdad debe prevalecer por encima de todo, yo no gano nada con tener el favor de la mayoría y  que el grupo completo se sienta bien conmigo”.

Me siento fortalecida, no por prepotencia sino por una credibilidad sustentada en hechos reales y en documentos auténticos”.