Austeridad  y previsión

Austeridad  y previsión

El Poder Ejecutivo detalló ayer ante el Senado la distribución del Presupuesto Complementario por RD$31,621.6 millones que someterá formalmente cuando se convoque a legislatura extraordinaria. Más de la mitad de ese monto está destinada a subsidiar al sector eléctrico y focalizar el subsidio del gas licuado de petróleo exclusivamente para hogares y transporte público de pasajeros. Incluye también recortes por  RD$10,928 millones que se harán a los gastos de instituciones públicas como parte del plan integral anunciado por el Presidente Leonel Fernández en su más reciente discurso al país.

Una aspiración del país es que el Congreso analice este Presupuesto Complementario con la mente puesta en fortalecer los criterios de austeridad y contraer en cuanto sea posible gastos no prioritarios de las instituciones públicas y organismos descentralizados. Es necesario que en el análisis de la pieza se enfatice en la previsión de que el comportamiento de los precios petroleros continúa siendo de inestabilidad, con más alzas que descensos y que esto tiene efectos sobre la estabilidad de la economía. En esa virtud y sin trastornar los planes sociales contemplados en la pieza, se debe hacer el mayor esfuerzo posible para tratar de que queden cubiertas eventuales contingencias, inclusive aquellas derivadas de la temporada ciclónica. Austeridad y previsión es la consigna.

En deuda con la juventud
Cada día crece más el número de jóvenes que se involucran en drogas. Unos buscan allí un medio de subsistencia y otros adornan su existencia con la fantasía que estas sustancias les hacen vivir. De ninguna manera es esa la mejor alternativa. En todo caso es la peor. Y si nos confesáramos con sinceridad, tendríamos que admitir que es la única alternativa que la sociedad ha puesto al alcance de muchos  jóvenes.

La antropóloga Tahira Vargas tiene bien claro que nuestra juventud necesita un apoyo permanente, que permita mantener limpios de vicios y crímenes a los jóvenes que aún no han caído en ese mundillo,  rescatar a los que están y enderezar sus vidas. Para lograrlo hay que poner a su alcance alternativas realistas, que les permitan prepararse para el mercado de trabajo y conseguir empleo. Es que estamos en permanente deuda con nuestros jóvenes y les hemos empujado hacia la alternativa de las drogas. ¿O alguien entiende que no es así?

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