Londres.- El Gobierno australiano ha planteado al Reino Unido la posibilidad de firmar, “tan pronto como sea posible”, un acuerdo de libre comercio, según informó hoy la nueva primera ministra británica, Theresa May.
En un comunicado, la líder conservadora explicó que mantuvo el sábado una conversación telefónica con su colega australiano, Malcolm Turnbull, quien le expresó su deseo de reforzar los lazos comerciales entre los dos países, miembros ambos de la Mancomunidad Británica de Naciones (Commonwealth).
May calificó el contenido de esa conversación de “muy alentador» y reiteró que la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) será positivo para la economía nacional.
La “premier” británica ha encargado a su nuevo ministro de Comercio Internacional, Liam Fox, la tarea de encontrar socios comerciales globales de cara al “brexit”, a pesar de que reconoce que Londres no podrá firmar acuerdos comerciales mientras siga siendo parte del bloque comunitario.
“He dejado muy claro que este Gobierno va convertir nuestra salida de la Unión Europea en un éxito. Una de las maneras de conseguirlo será aprovechando las oportunidades para llegar a acuerdos de libre comercio con nuestros socios en todo el mundo”, dijo May.
En su opinión, resulta “prometedor” que alguno de “nuestros aliados internacionales más cercanos”, como Australia, ya estén tratando de “establecer esos acuerdos».
“El Reino Unido es un país que se proyecta hacia el exterior y que tiene una mentalidad global. Avanzaremos sobre esos principios para forjarnos un nuevo papel en el mundo”, agregó la primera ministra británica.
May, que defendió la permanencia en la UE con reservas durante la campaña del pasado referéndum, ha señalado esta semana que no activará el Artículo 50 del Tratado de Lisboa, que regula la salida de un país miembro del bloque, hasta que su Ejecutivo no tenga claro “un enfoque y los objetivos».
En ese sentido, la “premier” ha indicado que, antes de comenzar a negociar con sus socios comunitarios un nuevo marco de relaciones, quiere llegar a un acuerdo con el resto de naciones británicas, en especial con Escocia, cuyo electorado votó mayoritariamente en contra del “brexit” en la consulta del pasado 23 de junio.