Nueva York. EFE. Los rostros latinos que deciden probar suerte como modelos se enfrentan, en acontecimientos como la Semana de la Moda de Nueva York, con una falta de heterogeneidad en la pasarela que les obliga a luchar para conseguir el éxito.

El pasado febrero, cuando se presentaron en Nueva York las apuestas para el próximo otoño-invierno, un estudio aseguró que tan sólo el 1 por ciento de las modelos que trabajaron en esa edición era latina, por debajo del 6 por ciento de las negras o asiáticas.

La tónica se repite en esta edición, aunque, como reconocen algunos encargados de elegir a modelos, las agencias se esforzaron por añadir caras nuevas esta temporada para mejorar la diversidad de sus catálogos, especialmente con rostros procedentes de Latinoamérica.

Uno de esos rostros es la joven dominicana Austria Alcántara, quien debutó en la pasarela neoyorquina esta semana, en el desfile del veinte aniversario de la firma DKNY, de Donna Karan, así como con las presentaciones de Cate Holstein, Ports 1961 y Marchesa.

Pese a que aún tiene 16 años, Austria es consciente del difícil camino que debe seguir para triunfar.

Pero, sabe también que un rostro latino como el suyo tiene mucho que ofrecer a las pasarelas en Nueva York, París o Londres o a firmas como Marc Jacobs o Calvin Klein, con las que le gustaría trabajar.

Las latinas aportamos una imagen diferente, un toque muy especial a la pasarela, porque casi siempre vemos lo mismo, rostros muy parecidos desfilando, explicó la joven en una entrevista con Efe.