Sin haber nacido, Jesús debió emigrar y después ir al exilio
Camino al río con mi madre embarazada, una culebra se atravesó en el trayecto y no se movía. Nos asustamos —todavía le tengo miedo a las culebras—, debimos devolvernos y retornar luego porque íbamos a buscar agua para tomar; al regresar se había ido. Mi madre y todas las embarazadas del campo decían que las […]